martes, 4 de septiembre de 2012

HISTORIA: Chapera, La isla de los misterios


Si nos atenemos a lo que dice el colombiano José Nelson Urrego, condenado el año pasado en Panamá por blanqueo de capitales, la isla Chapera era, en 2002, un desierto. 
“Cuando llegué a la isla, en 2002, tenía más de cinco años de estar abandonada. Ese año la compré a un precio muy favorable”, contó a finales de 2011 a una emisora colombiana.

La isla, ubicada en el archipiélago de Las Perlas, en el Pacífico panameño, queda al sur de Contadora.

Pertenecía a la sociedad Resort Paraíso de Las Perlas, que había proyectado construir allí un hotel con 320 habitaciones. Urrego la habría adquirido por menos de 300 mil dólares.

Pero hasta la isla en cuyas aguas circundantes se asoman las ballenas, Urrego arrastró una truculenta historia.

En un cable de la agencia noticiosa EFE, fechado el 19 de septiembre de 1998, se reseña la captura en Colombia de José Nelson Urrego Cárdenas, “el más grande lavador de dólares y el último gran ´capo´” del narcotráfico del país, según “fuentes oficiales”.

El general Rosso José Serrano, director de la Policía Nacional de Colombia, cazador de capos y “el mejor policía del mundo” según la agencia antidrogas estadounidense DEA, era quien había coordinado la captura.

Urrego Cárdenas tenía, según estos reportes, su “base de operaciones” en la isla caribeña de San Andrés, donde era propietario del lujoso hotel “Sunrise Beach”. La fiscalía colombiana ya le había decomisado varias propiedades supuestamente ligadas a las actividades de narcotráfico.

Pero la historia venía de mucho más atrás, según la DEA. Urrego habría sido detenido en Los Ángeles con un alijo de cocaína en 1982, y se le vinculó a un intento de abrir un laboratorio de droga. Del primer cargo salió absuelto, pero fue expulsado de Estados Unidos.

Se le acusó de conspirar para importar cocaína en la Florida, de vínculos con homicidios relacionados al narcotráfico y de ser miembro del cartel de Cali.

Pero en 1997 fue sobreseído de todos los cargos por “falta de pruebas”.

En Colombia se le ligó a otra historia: el sonado proceso 8000 en el que se investigó la infiltración de dineros del cartel de Cali en la campaña presidencial de Ernesto Samper. Urrego admitió el año pasado a la W Radio que le vendió propiedades inmobiliarias a “la esposa de Gilberto Rodríguez Orejuela (líder del cartel) y a Elizabeth Montoya de Sarria”, esta última llamada también la “monita retrechera”, quien actuó como mediadora entre los jefes del cartel y miembros del partido Liberal. Una famosa fotografía, abrazada con Samper, complicó la situación del exmandatario. Elizabeth Montoya fue asesinada después, en extrañas circunstancias.

Urrego estuvo preso en Colombia entre 1998 y 2001. Durante su reclusión habría colaborado con la DEA, según el Miami Herald.

Un año después, se mudó a Panamá, compró la isla y legalizó su situación. Pero el 15 de septiembre de 2007, tras una inspección policial a la isla, Urrego fue detenido y trasladado a la ciudad de Panamá.

Según las investigaciones, Urrego utilizaba compañías de la Zona Libre de Colón “para el lavado de dinero” y tenía empresas tecnológicas que “movieron sumas millonarias”.

Urrego ha insistido que sus empresas eran legales y que no tienen vínculos con el narcotráfico.

Sin embargo, Urrego fue condenado en Panamá el 27 de agosto de 2011 por blanqueo de capitales.

Según informes de las autoridades policiales, desde marzo de 2004, la isla también era utilizada “para el intercambio de drogas por armas”. La existencia de “armas” y “túneles” en la isla, que señalaban los informes, no se comprobó.

Su proceso y su condena fueron calificados por Urrego como una “represalia” de políticos que querían comprar la isla, pero no querían pagar lo que él cobraba. Entre estos mencionó, en 2008, al excanciller Samuel Lewis Navarro, del opositor Partido Revolucionario Democrático (PRD). 

Urrego: ‘mi isla le gustó a políticos’

  • José Nelson Urrego reveló que se reunió dos veces –en Miami y Panamá– con Samuel Lewis Navarro.
  • El colombiano estaba dispuesto a someterse a un detector de mentiras para confirmar lo dicho.
Según una investigación que publicó ayer domingo el diario estadounidense El Nuevo Herald, la defensa de Urrego citará al primer vicepresidente y canciller, Samuel Lewis Navarro, para que explique dos supuestos encuentros que mantuvo con Urrego para negociar la posible compra de la isla ubicada en el Archipiélago de las Perlas.

En una entrevista que concedió a El Nuevo Herald, Urrego se mostró dispuesto a someterse a un detector de mentiras para confirmar lo dicho. "Todo lo que estoy contando es verdad ciento por ciento...esto es muy raro, alguien está mintiendo y no veo ningún sentido de que estén mintiendo", dijo Urrego al diario de Miami.

El abogado de Urrego, Víctor Javier Almengor, dijo a El Nuevo Herald que para quitarle la isla a su cliente, el gobierno de Martín Torrijos busca aplicar una norma [Ley 38 de agosto de 2007] que permite rematar los bienes confiscados en casos de lavado de dinero.

En su última ampliación indagatoria ante la Fiscalía Especializada en Delitos Relacionados con Drogas –a la que tuvo acceso La Prensa–, Urrego menciona la supuesta maniobra aunque evita identificar a los supuestos interesados en su isla.

"El interés era muy fuerte de adquirir esta isla [Chapera] a un precio ridículo; esperaron que el gobierno creara una ley especial para que la Fiscalía pudiera disponer de mis bienes cautelados, ya que los puede vender por esta ley", dijo Urrego en la ampliación que formuló ante el Ministerio Público el 22 de enero de 2008.
Según Urrego, el vicepresidente se mostró interesado en comprar la isla –o algunos lotes– en dos oportunidades: una en Panamá y otra en Miami. "Tuve la mala suerte de que mi isla le gustó a los políticos y empresarios de este país", dijo el supuesto narco.

REUNIONES POLÉMICAS

La reunión en Panamá –relata El Nuevo Herald, de acuerdo con la versión de la defensa de Urrego– se llevó a cabo en las oficinas del Grupo Los Pueblos que preside Mayor Alfredo Alemán.

"A esta reunión se presentaron unos inversionistas, que no sé quiénes fueron, los nombres los desconozco, pero sí llegó el primer vicepresidente [Lewis Navarro], escuchó la propuesta, aparentemente Urrego dijo que no la iba a vender, y él [Lewis Navarro] se levanta y se retira y no continuó participando de la reunión", explicó Almengor a El Nuevo Herald.

Por eso, el abogado quiere –según dijo al periódico con sede en Miami– que la justicia llame a Lewis Navarro para que explique el interés en la compra de la isla a un narcotraficante que su propio gobierno estaba investigando por lavado de activos.

Dos testigos de las supuestas reuniones a las que se refiere 
Almengor dijeron al diario de Estados Unidos que el Canciller no estuvo presente. Uno de ellos, el ex miembro de la DEA Art Ventura, reconoció que organizó el encuentro en Los Pueblos, pero negó que estuviera presente Lewis Navarro. "Puedo asegurarle que el vicepresidente jamás estuvo en esa reunión", dijo Ventura a El Nuevo Herald.

El otro participante del encuentro fue el propio Alemán, quien también negó que Lewis Navarro estuviese en esa reunión. Sin embargo, el empresario reconoció que intentó comprar la propiedad. "Yo hice una propuesta al señor Urrego; la rechazó y ahí terminó", dijo Alemán al mismo diario.

"Lewis estaba [en la reunión en Panamá] con una camisa de seda, me acuerdo muy bien porque tengo una exactamente igual, y allí me dijo que estaba interesado en comprar la isla", afirmó Urrego a El Nuevo Herald.

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