El siglo - Escenas en las que predominan las balas, el lenguaje obsceno, el terror, el uso de la mujer como un objeto y los excesos propios del narcotráfico son los elementos característicos de las producciones colombianas basadas en los hechos que vivió Colombia con la industria de la droga, y que se transmiten desde hace más de tres años en las pantallas de los principales canales del país, TVN y Telemetro.
Representantes de ambos canales, que hablaron solicitando no citar sus nombres, alegan que estas novelas con alto contenido de violencia son colocadas en un horario especial —pasadas las 9:00 de la noche— porque van dirigidas a un público con criterio formado.
Se le escribió y llamó a los jefes de programación de ambas televisoras, Maricarmen Hernández, de TVN, y Yariza Avecilla, de la Corporación Medcom, pero no respondieron.
Actualmente, TVN Canal 2, presenta la telenovela ‘Pablo Escobar, el patrón del mal’, la cual proyecta la vida de uno de los narcotraficantes más influyentes en la historia, dejando noche tras noche a flote cada detalle del manejo y consecuencias de sus actos delictivos.
Telemetro, por su parte, estrenó anoche la continuidad de la telenovela El Capo, la cual también habla de la vida de un narcotraficante y su guerra en contra de las autoridades. Ambas series gozan de gran aceptación entre los panameños.
Leopoldo Bermúdez-Buitrago, decano encargado de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad de Panamá, señaló que en el país existe libertad de expresión y que todo el mundo tiene derecho a transmitir y ver lo que desee, pero que lo más importante es que el ciudadano tenga la suficiente madurez y estar consciente de que lo que reflejan estas producciones son inimitables, pues la realidad aún es más cruda.
‘Lamentablemente, este tipo de producciones de violencia ha formado parte de nuestro crecimiento, viéndolas, escuchándolas. Aunque son realidades, los medios de comunicación deben tomar en cuenta el daño que se le puede ocasionar a la población’, opinó.
Bermúdez-Buitrago agregó que estas pantallas han tenido que cumplir con el código de autorregulación, y por ello las ubican en un horario tarde dentro de la programación ya establecida.
Aumentan la violencia
Para el venezolano Carlos Nacache, especialista en seguridad ciudadana, estas conductas reflejadas sí influyen en el comportamiento del individuo, pues la televisión es uno de los elementos que más incide en las actitudes.
Reconoció que estas producciones aumentan la audiencia, pues el género atrae al ser humano en las sociedades donde desde muy temprano se les ha dado intriga, morbo y deseo de lo desconocido o prohibido.
‘Es como aquel niño o niña que se mal nutre desde muy pequeño, ofreciéndole comida chatarra y crecen consumiéndolas y creyendo que son normales sin saber el daño que pueden ocasionarles a su organismo. Lo mismo pasa con estas novelas’, dijo el especialista.
Danilo Toro, sociólogo panameño, dijo que aunque no se ha comprobado que estas novelas influyen en el resultado violento del individuo si son una realidad que con los años se ha proyectado.
Desde las películas americanas, lo único que ahora se ha comercializado y su más notable influencia está en cómo se visten, hablan y los modismos que sus televidentes adoptan.
‘Recordemos que los medios de comunicación llegan a toda parte y su influencia es directa’, advirtió.
Todo parece indicar que los dos canales privados nacionales encontraron la mejor fórmula, y la más facilista, para ‘cautivar’ a los televidentes: uno que otro reality, una producción que muestre la interacción entre ricos y pobres, y la que nunca falla, una que tenga contenido de narcotráfico. Con eso ya garantizan el rating.
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