Los medios de comunicación y las redes sociales tienen en la actualidad un papel de primera importancia como vehículo generador de opinión pública, sobre todo en lo que se refiere a quienes gobiernan el país y los partidos políticos.
En términos generales, si los medios escogen buenas noticias para ser divulgadas, como por ejemplo los logros de un gobierno, el efecto sería positivo entre los ciudadanos que considerarían a sus autoridades como eficientes y comprometidas con el bienestar público.
Por el contrario, si como una estrategia escogen aquellas informaciones consideradas negativas, que siempre existirán, cualesquiera sea el gobierno o el partido que lo ocupe, los ciudadanos terminarán por cimentar en su mente una opinión de rechazo de quienes administran el Estado.
En este sentido, hay algunos medios de comunicación importantes que se han dedicado a favorecer a Juan Carlos Varela y atacar enconadamente cualquier iniciativa llevada a cabo por el actual gobierno.
Personalmente, pienso que Varela es político y aspirante presidencial que menos afecto y convicción patriótica demuestra por el país y parece estar dedicado simplemente a buscar el poder a como de lugar, aún a costa de inventar propuestas incoherentes y sin asidero.
Es por eso que me pregunto e invito a todos a hacer lo mismo: ¿Esta campaña no es acaso una farsa?
Este es un caso emblemático para quienes tenemos presencia activa en la vida política, porque vemos como Juan Carlos Varela le miente al país constantemente, en todas sus intervenciones en los medios de comunicación.
Llegado a este punto me gustaría saber ¿cuál es el interés de algunos medios por levantar a este candidato que disfrutó ya de las mieles del poder y todo le parecía perfecto.
El panameñismo, representado por la facción de los varelistas quiere radicalizar al país. Bando contra bando, grupo contra grupo e individuo contra individuo. Esta situación hace percibir que el odio y la intolerancia caldean el ambiente.
Entiendo que hay muchos ofendidos porque las cosas no transcurren como ellos quisieran; entiendo que hay mucha disconformidad porque, debo reconocerlo, el gobierno actual no es perfecto; sin embargo, durante dos años, los mismos críticos y sofistas se sirvieron con la “cuchara grande” y manejaron al país a su antojo desde sus puestos en el gobierno. No aportan y solo pretenden destruir.
Estas son figuras que solo alientan las disputas y el encono, incapaces de disimular sus frustraciones e incapacidad para ofrecer propuestas coherentes al electorado y por eso atacan a quienes no están de acuerdo con sus posiciones, obligando hasta a sus copartidarios a buscar rumbos y caminos distintos.
Catalino Rosas
el autor es: Abogado y Político
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