Llegó repartiendo manzanas y becas universales. Prometió extender la distribución de las 90 mil computadoras portátiles a más estudiantes de otros niveles, y se fue brincando al mismo ritmo en que saltaban los niños.
Ese fue el presidente Ricardo Martinelli. Ayer asistió al inicio del año escolar en la escuela República de Chile, junto al embajador de ese país Alberto Labbé y la ministra de Educación (Meduca), Lucy Molinar.
¡Martineeeeelli!, era el grito de los chiquillos y los padres de familia que aclamaban la presencia del mandatario, el mismo del que el niño Gabriel dijo: “Nunca lo había visto; solo en televisión”, y del que su compinche Eric calificó como “muy pritty”.
“Vamos a remodelar todo este gimnasio”, dijo un emocionado Martinelli, al tiempo que los alumnos, padres de familia y educadores lo ovacionaban.
“Me siento muy contento. Ya todos los niños de Panamá tienen su Beca Universal. Este año vamos a dar más de 90 mil computadoras a los jóvenes a lo largo y ancho del país, de noveno grado, pero vamos a seguir incrementando esta compra de computadoras hasta que todos los niños tengan una”, proyectó el gobernante.
Martinelli autoevaluó su gestión en materia de instrucción pública: “La educación está cada vez mejor. La infraestructura de las escuelas ha mejorado mucho. Hay muchas cosas por hacer, hay que reconocerlo”, pero advirtió que “no se puede hacer todo en 3 años. Yo creo que sí se ve la diferencia, porque el índice académico ha aumentado, la cobertura aumentó, la deserción escolar ha disminuido”.
Gracias Martinelli.
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