lunes, 25 de marzo de 2013

El Metro conlleva cambio de cultura en usuarios




A meses para que concluya la construcción de la línea uno del Metro de Panamá, las autoridades tienen el gran reto de concienciar al 1.5 millón de habitantes de la ciudad acerca del buen uso del sistema de transporte y los hábitos apropiados de conducta.

En la ciudad de Santo Domingo, en República Dominicana, hace cuatro años funciona el Metro y sus miles de usuarios se han acostumbrado a darle buen uso a los 19 trenes que se desplazan por las 16 estaciones de su línea uno.


Un sonido diferente, fuerte e imponente, se escucha al final del túnel.  Cientos  de pasajeros dominicanos ya lo reconocen:  es el tren que cada  minuto y medio pasa por una de  las 16 estaciones que componen la línea uno del Metro de Santo Domingo,   en República Dominicana.

Las  puertas de los tres vagones que tiene el tren  se abren de par en par,  los pasajeros se suben sin empujones, sin altercados  y sin apuros.

Una vez cerradas las entradas, solo se escuchan  las indicaciones grabadas de un  famoso locutor de Santo Domingo, Rodolfo Espinar, que anuncia el nombre de cada estación... “próxima estación Joaquín Balaguer”.
El recorrido de la   línea,  con una  extensión de 14.4 km,  demora 26 minutos . Por día  se movilizan 122 mil personas.

La red ferroviaria  comunica la zona   sur con la   norte; esta última  está en  la comunidad de  Villa Mella, un sector  económicamente  dinámico debido a los  múltiples vendedores ambulantes que, carretilla en mano, anuncian la venta de bizcochos, paletas de sabores, frutas y medias de todos los colores,   entre otros artículos.

Dentro de las estaciones las reglas a seguir son varias.    No se puede comer; libar ni llevar bebidas alcohólicas;  tomar fotos;  escuchar música; portar armas;  llevar mascotas, y está prohibido  fumar y tirar basura. Todos los pasajeros obedecen.

Silvia Maldonado, usuaria de este sistema, asegura  que la llegada del Metro cambió el  comportamiento  de las personas que viven en la capital de la isla caribeña.

“El  sistema  es rápido, en pocos minutos estoy  en  mi destino, es más cómodo  y seguro que tomar un taxi o una guagua (coaster) afuera de mi trabajo”, explica.

Las personas con discapacidad son asistidas por personal del Cuerpo Especializado de Seguridad del Metro, que está integrado por 700 personas. 

Además, en cada tren viaja un funcionario de las fuerzas armadas  de Santo Domingo, que es parte del grupo especializado. Este equipo   se encarga de brindar seguridad a los pasajeros, orientar y asistir en casos de emergencia.

El imprevisto más complejo  que han tenido en este  sistema ferroviario fue  la atención de una mujer que dio a luz a un niño en la estación Gregorio Luperón. En agradecimiento,  la  madre le puso al bebé el mismo nombre del  presidente provisional de ese país, Gregorio Luperón, que lleva la estación,     cuentan los usuarios.
Un modelo parecido

En cuatro años que lleva de  funcionamiento  este sistema de transporte público, se han logrado poner en marcha  técnicas para  la aceptación de los usuarios, y desplazar en ese período  más de   un millón de pasajeros.

Aspectos como un equipo especializado de seguridad del Metro, un centro de capacitación de formación de operadores y la creación de un centro de control de operación  son  ideas que  los administradores del Metro de República Dominicana recomiendan  a la Secretaría del  Metro de Panamá .

Y es que el sistema de la Secretaría del Metro es muy parecido al de Santo Domingo,  según Rafael Serrano, director de Operaciones del Metro dominicano.


Los trenes de Panamá son suministrados por  Alstom,  la misma empresa que fabricó los  de Santo Domingo en 2008. Además, ambos tienen estaciones subterráneas y elevadas.

La tecnología del sistema ferroviario de  Panamá  será más avanzada,  ya que la forma de conducción del tren será automatizada, mientras que  la de los caribeños   es semiautomatizada,  explica Serrano.

Leonel Carrasco, subdirector de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret) –entidad estatal de República Dominicana–, recomendó a la Secretaría del Metro crear  una sola autoridad que maneje el transporte.
De acuerdo con  Carrasco, la experiencia ha demostrado que una sola entidad debe supervisar el trabajo de todas las dependencias.

Por su parte, la Secretaría del Metro  informó que de acuerdo con el proyecto  que actualmente está en estudio, el Metro será administrado por  una sociedad anónima de capital público.
Millones para subsistir

El subdirector de la Opret  explicó que para el mantenimiento del Metro dominicano se requieren anualmente   $25 millones.

En el último año las ganancias del Metro dominicano  fueron  $17 millones, lo que ha permitido que el gobierno aportara solo $8 millones para mantenimiento.

En cuanto al precio del pasaje,  el Gobierno    hizo un ajuste al transporte colectivo y equiparó el pasaje  de 15 pesos (37 centésimos)  a 20 pesos (50 centésimos) para que la competencia del Metro no fuera desleal.

El precio del Metro  de Santo Domingo  se definió en 40 pesos ($1.00). La mitad es  subsidiada por el Estado.


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