A meses para que concluya la construcción de la línea uno del Metro de Panamá, las autoridades tienen el gran reto de concienciar al 1.5 millón de habitantes de la ciudad acerca del buen uso del sistema de transporte y los hábitos apropiados de conducta.
En la ciudad de Santo Domingo, en República Dominicana, hace cuatro años funciona el Metro y sus miles de usuarios se han acostumbrado a darle buen uso a los 19 trenes que se desplazan por las 16 estaciones de su línea uno.
Un sonido diferente, fuerte e imponente, se escucha al final del túnel. Cientos de pasajeros dominicanos ya lo reconocen: es el tren que cada minuto y medio pasa por una de las 16 estaciones que componen la línea uno del Metro de Santo Domingo, en República Dominicana.
Las puertas de los tres vagones que tiene el tren se abren de par en par, los pasajeros se suben sin empujones, sin altercados y sin apuros.
Una vez cerradas las entradas, solo se escuchan las indicaciones grabadas de un famoso locutor de Santo Domingo, Rodolfo Espinar, que anuncia el nombre de cada estación... “próxima estación Joaquín Balaguer”.
El recorrido de la línea, con una extensión de 14.4 km, demora 26 minutos . Por día se movilizan 122 mil personas.
La red ferroviaria comunica la zona sur con la norte; esta última está en la comunidad de Villa Mella, un sector económicamente dinámico debido a los múltiples vendedores ambulantes que, carretilla en mano, anuncian la venta de bizcochos, paletas de sabores, frutas y medias de todos los colores, entre otros artículos.
Dentro de las estaciones las reglas a seguir son varias. No se puede comer; libar ni llevar bebidas alcohólicas; tomar fotos; escuchar música; portar armas; llevar mascotas, y está prohibido fumar y tirar basura. Todos los pasajeros obedecen.
Silvia Maldonado, usuaria de este sistema, asegura que la llegada del Metro cambió el comportamiento de las personas que viven en la capital de la isla caribeña.
“El sistema es rápido, en pocos minutos estoy en mi destino, es más cómodo y seguro que tomar un taxi o una guagua (coaster) afuera de mi trabajo”, explica.
Las personas con discapacidad son asistidas por personal del Cuerpo Especializado de Seguridad del Metro, que está integrado por 700 personas.
Además, en cada tren viaja un funcionario de las fuerzas armadas de Santo Domingo, que es parte del grupo especializado. Este equipo se encarga de brindar seguridad a los pasajeros, orientar y asistir en casos de emergencia.
El imprevisto más complejo que han tenido en este sistema ferroviario fue la atención de una mujer que dio a luz a un niño en la estación Gregorio Luperón. En agradecimiento, la madre le puso al bebé el mismo nombre del presidente provisional de ese país, Gregorio Luperón, que lleva la estación, cuentan los usuarios.
Un modelo parecido
En cuatro años que lleva de funcionamiento este sistema de transporte público, se han logrado poner en marcha técnicas para la aceptación de los usuarios, y desplazar en ese período más de un millón de pasajeros.
Aspectos como un equipo especializado de seguridad del Metro, un centro de capacitación de formación de operadores y la creación de un centro de control de operación son ideas que los administradores del Metro de República Dominicana recomiendan a la Secretaría del Metro de Panamá .
Y es que el sistema de la Secretaría del Metro es muy parecido al de Santo Domingo, según Rafael Serrano, director de Operaciones del Metro dominicano.
Los trenes de Panamá son suministrados por Alstom, la misma empresa que fabricó los de Santo Domingo en 2008. Además, ambos tienen estaciones subterráneas y elevadas.
La tecnología del sistema ferroviario de Panamá será más avanzada, ya que la forma de conducción del tren será automatizada, mientras que la de los caribeños es semiautomatizada, explica Serrano.
Leonel Carrasco, subdirector de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret) –entidad estatal de República Dominicana–, recomendó a la Secretaría del Metro crear una sola autoridad que maneje el transporte.
De acuerdo con Carrasco, la experiencia ha demostrado que una sola entidad debe supervisar el trabajo de todas las dependencias.
Por su parte, la Secretaría del Metro informó que de acuerdo con el proyecto que actualmente está en estudio, el Metro será administrado por una sociedad anónima de capital público.
Millones para subsistir
El subdirector de la Opret explicó que para el mantenimiento del Metro dominicano se requieren anualmente $25 millones.
En el último año las ganancias del Metro dominicano fueron $17 millones, lo que ha permitido que el gobierno aportara solo $8 millones para mantenimiento.
En cuanto al precio del pasaje, el Gobierno hizo un ajuste al transporte colectivo y equiparó el pasaje de 15 pesos (37 centésimos) a 20 pesos (50 centésimos) para que la competencia del Metro no fuera desleal.
El precio del Metro de Santo Domingo se definió en 40 pesos ($1.00). La mitad es subsidiada por el Estado.
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