El poder económico se ha concentrado para tratar de crear, a través de todas las formas posibles, utilizando a la posición y los grupos civiles, un tornado político que obligue a promover una candidatura única independiente, pasando por encima de las bases de los partidos.
Los grupos económicos que apoyaron la dictadura, tras el fracaso de sus planes desestabilizadores en Changuinola, San Félix, Colón y la ciudad capital, que tenían como fin instalar en la presidencia a Juan Carlos Varela, ahora se organizan para acceder al poder a través del proceso electoral.
Estos elementos buscan evitar la continuación del partido Cambio Democrático en el gobierno, porque eso representa cinco años más de pérdidas económicas y de postergación de sus proyectos personales, llevados a cabo con toda libertad durante la dictadura militar y también durante la administración del bipartidismo.
Las ambiciones de los agentes del poder económico, en su afán de retomar el control gubernamental y beneficiarse de los recursos del Estado, está llevando al país al borde de la ingobernabilidad, tal como ocurrió durante los violentos hechos que ya hemos identificado, cuyoobjetivo inmediato era el derrocamiento del presidente RicardoMartinelli.
Todo parece indicar que la conspiración de estos poderosos bloques económicos busca minar desde adentro a los partidos opositores para quebrar su institucionalidad, forzar su agenda interna electoral y obligarlos a aceptar una fórmula presidencial en contra de las decisiones de sus bases.
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