lunes, 15 de octubre de 2012

ENERGIA: El ETANOL hará su aparición en 2013



A partir de abril del 2013 la gasolina en Panamá tendrá un nuevo componente y es que se le añadirá un 2% de ETANOL y para el 2016 esa mezcla debe llegar hasta el 10%. 

El secretario de Energía, Vicente Prescott, dijo que la logística de este proceso “es sencilla. Quien produce el etanol lo lleva a la estación y le hace la mezcla directa y luego se lleva a las gasolineras”.


Con esta legislación se le abre las puertas a una nueva industria, la del etanol, que en esta etapa sería elaborado a partir de caña de azúcar.

La empresa Campos de Pesé, miembro del grupo Alcoholes del Istmo, de capital panameño y nicaragüense, ha sido la primera en acoger este proyecto y cuenta con unas 4.000 hectáreas de tierra sembrada de caña de azúcar en la provincia de Herrera.


Esta empresa ha invertido unos $54 millones y el próximo año tiene previsto producir unos 12 millones de litros de etanol.


Otras 40 empresas han mostrado interés en este negocio, con posibilidad de utilizar otras materias primas para la elaboración del etanol.


Pero Harry Quinn,  presidente de Quinn Oils, declaró que no conoce en estos momentos alguien que esté listo para fabricar etanol y aún están en proceso de construcción.


De acuerdo con Quinn, un experto en temas petroleros, combinar la gasolina con un 2% de etanol no tendrá mayores inconvenientes, pero cuando se eleve al 10% podría registrarse algún tipo de situación, debido a que no todos los autos pueden tolerar este volumen de etanol.  (Ver recuadro:  Calendario del Etanol.)


Sin embargo, considera que se trata de una acción positiva desde el punto de vista ambiental y económico, ya que se reducirían en un 2% las importaciones de gasolina y ese dinero se quedaría en el país, para el pago de planillas e insumos agrícolas.


La Ley 42 de Biocombustibles fue promulgada en Gaceta Oficial en abril de 2011 y declara de interés nacional la producción de biocombustible en todo el territorio de la República.


Las zonas de libre comercio y las instalaciones aprobadas por la Secretaría Nacional de Energía serán los únicos recintos aprobados para realizar la mezcla de los biocombustibles con los hidrocarburos.


Las violaciones a esta legislación suponen sanciones de entre $1.000 y $20.000 e incluso conllevan a la suspensión de los permisos.


El gerente  general de Terpel Panamá, Jorge Usuga Loaiza, considera que se trata de una práctica que se ha implementado con éxito en otros países, con beneficios ambientales y sociales.


Y uno de esos países es precisamente Colombia, donde Terpel tiene su casa matriz y donde  se viene mezclando el etanol con  gasolina desde el 2005, con buenos resultados.


Usuga considera que las cosas van por buen camino y “la información que tenemos, de parte de los productores de caña, es que para el año entrante habrá disponibilidad del etanol para la mezcla con gasolina”.


La Secretaría Nacional de Energía anunció que la planta de producción de etanol ya inició su construcción y que van a requerir de 1.000 trabajadores para satisfacer la demanda inicial.


La compra de bioetanol y biodiesel tendrá un crédito fiscal de $0,60 por galón, que será utilizado  para el pago de impuesto al consumo de combustible y otros derivados del petróleo.


Los distribuidores de autos no dejan de estar preocupados. La  Asociación Panameña de Distribuidores de Autos (ADAP) creó un Comité de Trabajo para que  se mantenga en contacto permanente con la Secretaría Nacional de Energía.


De acuerdo con directivos de la ADAP, esta organización no tendría mayores inconvenientes si se manejan niveles aceptados por las fábricas, tomando en cuenta que se trata de un cambio profundo en la política de hidrocarburos.


Las mayores interrogantes de los distribuidores de autos tienen que ver con el tiempo que resta para la aplicación de esta Ley y la poca preparación que existe.


Por ejemplo, consideran que un 10% es manejable, aunque es un nivel al que no quisieran llegar, por el hecho de que los componentes de los autos  no están todos diseñados para soportar este nivel de mezcla.


Y es que en una mezcla de 10% o más de etanol se necesitaría involucrar  a los fabricantes, porque en algunos casos habría que hacerse adaptaciones  y en otros no se podrían dar y se tendría que definir la viabilidad de comercializar algunos modelos o marca de vehículos en el país.


En Panamá hay unas  32.000  hectáreas de tierra sembradas de caña de azúcar, que se utiliza para la fabricación de alcohol médico y bebidas alcohólicas.

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