domingo, 9 de septiembre de 2012

No es momento de reformas, el cuento del magistrado Solís


La estructura de la dictadura ha sobrevivido durante dos décadas porque, a través de su brazo político, el Partido Revolucionario Democrático (PRD) ha logrado el control del Tribunal Electoral e imponer reglas de juego que le han permitido sobrevivir y continuar en el poder por más de cuarenta años. 
No es posible que el Tribunal Electoral se aferre a la idea de que solo pueden ser candidatos a presidente y vicepresidente de la república, aquellos que estén inscritos en partidos políticos o exija una cuota de 64 mil adherentes para inscribir una organización partidista cuando, por ejemplo, en la más poblada Costa Rica, solo exigen 3 mil firmas.
De igual manera, el denominado voto plancha, ha sido siempre la forma antidemocrática del PRD para alcanzar la mayor cantidad de curules, a costa de los verdaderamente elegidos por la población, lo que les permite ejercer una serie de manipulaciones en su propio beneficio.
La invasión estadounidense desmanteló el aparato militar pero sobrevivieron los grupos económicos que lo apoyaban y su brazo político, el PRD, que hoy cuenta con el favorecimiento de los medios de comunicación más importantes del país, para no dejar que desaparezca la causa de su origen, la dictadura torrijista.
Las reformas electorales se convierten en la estocada final a lo que se inició tras la invasión de 1989, la dictadura, por lo que ahora se pueden establecer las verdaderas reglas de una democracia que refleje la evolución política de la sociedad panameña.

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