sábado, 6 de abril de 2013

Albrook: la cara invisible del Metro de Panamá

En la última estación del Metro, cinco ingenieros perfeccionan los rieles y el cemento de la obra. El trabajo se hace a la luz de la luna. La meta: acabar este año el proyecto


PANAMÁ. En las entrañas de Albrook, un grupo de ingenieros labra la ‘perfección’ del sistema que, se pretende, resuelva de una vez por todas el problema del transporte que vive la ciudad de Panamá, que convulsiona entre 600 mil automóviles y casi el doble de personas.

Cinco expertos practican el flechado a los rieles del tren del Metro de Panamá, que tendrá su estación terminal y hangares en la comunidad revertida. Es, en teoría, un proceso sencillo: verificar la rectitud de los carriles de la obra, de 13. 7 kilómetros de extensión. Pero en la práctica es una tarea sensitiva.

Las noches son claves. Durante esas horas también hacen pruebas al cemento que soportará a los trenes que recojan o dejen pasajeros.

Albrook es el inicio de la zona soterrada del Metro, que se extenderá 6. 7 kilómetros al norte de la ciudad, hasta la intersección de la Transístmica con la vía Fernández de Córdoba.

Ayer, la Secretaría del Metro informó que el primer tren estará siendo probado por ocho semanas por la línea Ferrocarrils de la Generalitat, en Barcelona.

No hay comentarios:

Publicar un comentario