viernes, 19 de octubre de 2012

Partidos tradicionales no son alternativa: Eduardo G. Ramírez H


Eduardo RamírezEduardo G. Ramírez H./ Analista Internacional/ - La reelección del Presidente Chávez en Venezuela es una vez más otra demostración que los partidos tradicionales no son alternativa para que gobiernen a los países y menos las alternativas caudillistas de antaño. 
La fácil alternabilidad del poder se acabó, era el seguro de regreso de los ineficientes y una vez más se demostró que los partidos que creen que por la alternabilidad del poder van a regresar al poder, lo mejor es que pongan sus barbas en remojo, las barbas de los partidos tradicionales ya han sido quemadas tres veces en Venezuela, la añeja y corrupta alianza que fue a la contienda electoral en Venezuela con el nombre de Mesa Democrática fue rechazada  y de plano por tercera vez en ese país suramericano la oposición adeco-copeyana es despreciada.
Los países latinoamericanos conocen demasiado los vicios de los partidos Social Demócracia y Democracia Cristiana con sus distintos alias, los pueblos saben que ambas corrientes políticas son las madres de todas las calamidades económicas y financieras que atormentan todavía a los países latinoamericanos en general desde hace décadas y que han retardado el desarrollo de los países.
Esos partidos políticos sinónimos de corrupción y abuso de las grandes deudas nacionales contraídas con entes públicos internacionales y bancos privados que pagaban jugosas comisiones a los políticos por adquirirla, enriquecieron a gobernantes y lacayose  hizo que en muchos países latinoamericanos aparecieran terceras fuerzas electorales para desplazar a los grupos de presión desprestigiados y enriquecidos a costa del dolor económico de sus ciudadanos.
Las terceras fuerzas que se han organizado modifican el panorama político latinoamericano y  han dado una nueva esperanza y aliento a los ciudadanos de que los rumbos de los países van cambiando para bien.
La sociedades latinoamericanas llegaron a un nivel de incredibilidad de ambas corrientes políticas nacidas al calor de la guerra fría y que se entronizaron para saquear a los países e incluso se atrevieron a saquear los seguros sociales de los trabajadores.
Los países que han recurrido como la solución de sus problemas y aceptado a esas terceras fuerzas para evitar la seguridad de gobernar por la alternabilidad corrupta de los partidos tradicionales y caudillistas, vieron que sus sociedades avanzaron hacia unos cambios nunca vistos ni experimentados en décadas de gobiernos social demócratas, demócratas cristianos y caudillismo, muchos empleados públicos todavía no gozan en América Latina de seguridades sociales y laborales por convencionalismos e intereses de los gobernantes que quieren una clase social administrativa desactualizada e ignorante para  hacer de las suyas en el ejercicio de sus funciones.
Hay países en donde el servidor público no goza de las merecidas prestaciones con su preaviso y cesantía obtenidas a nivel mundial, hasta China al día de hoy a hecho reformas al respecto para no quedarse atrás y las está implementando actualmente mientras en América Latina todaví hay grupos de trabajadores estatales, municipales y hasta de la empresa privada que no tienen esos beneficios.
Estas terceras fuerzas han demostrado que son las únicas alternativas para el cambio latinoamericano y así alejar a socios de los partido tradicionales y caudillistas que se han unido con los grupos especialistas en la fuga de capitales y en evasión fiscal, tropel que aún cabalga y han cabalgado juntos en el panorama político latinoamericano por décadas afectando a muchos sectores sociales que están super cansados de promesas que nunca llegaron y que ya abarcaron cuatro generaciones de desprotegidos, fenómeno que ya no aguantan las sociedades latinoamericanas.
Sigamos de cerca el fenómeno venezolano para ver que pasará en el futuro latinoamericano porque los cuentos de camino no están surtiendo en la metida de miedo si se cambia al jinete político que no ha servido. 

1 comentario: