La posición diplomática de Panamá con respecto a la crisis de Venezuela debe mantenerse firme. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, asumió una posición política a favor del Partido Revolucionario Democrático y de paso rompió sus relaciones con Panamá.
La relación entre Maduro y el opositor PRD es un asunto muy delicado. Tomando como referencia las propias palabras de Maduro, existen vínculos políticos e incluso comparten una ideología.
No ha causado extrañeza el apoyo ofrecido por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a su aliado local, el Partido Revolucionario Democrático (PRD), al prometer que pagará la millonaria deuda que tienen los comerciantes del país sudamericano a los empresarios panameños.
Venezuela se encuentra en una situación de “Estado fallido” como consecuencia de la violencia que se apodera de las calles y por el ataque del gobierno a los opositores, que son asesinados, heridos o encarcelados; sin embargo, su gobierno sobrevive gracias a las relaciones políticas que tiene con organizaciones como el PRD panameño que le han expresado su apoyo.
Los dirigentes del PRD pensaron que tomar la bandera de la deuda millonaria con la Zona Libre, les ayudaría para ganar adeptos en la actual campaña pero no contaron con que todo el apoyo que han mostrado a Maduro los condena al fracaso, precisamente por el evidente oportunismo con que se han conducido.
Maduro ha dicho que si gana el PRD pagará la deuda con los comerciantes panameños; no obstante, no se trata de asuntos meramente mercantiles sino de los derechos humanos de una población, la libertad y la democracia.
Los panameños tendrán la última decisión y sabrán reconocer cuál de los candidatos presidenciales es la mejor opción. Eso se tiene que respetar.
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