La oposición política, representada por el varelismo y el navarrismo, que se sustenta en males atávicos como el parasitismo, el falso nacionalismo y la demagogia, se enfrenta ahora a un colectivo que practica una doctrina desarrollista social fundamentada en el bienestar de toda la población y en el cumplimiento de las responsabilidades de quienes más ganan.
En el caso de Varela, muchas figuras importantes de su partido, incluyendo a las nuevas generaciones, le reclaman por su sectarismo y su oportunismo político, porque existen serias preocupaciones de que el Panameñismo sufra un histórico revés en las elecciones del 2014.
Navarro, por su parte, contradice la doctrina y los postulados del PRD al pedir la intervención estadounidense en asuntos internos de Panamá, por un supuesto espionaje telefónico que llevan a cabo sus propios copartidarios.
Al parecer existen fuerzas que buscan desmotivar a las bases de estos dos partidos de oposición para que exijan la renuncia de sus respectivos candidatos, debido a las pocas garantías de triunfo que tienen.
Las últimas encuestas han comenzado a demostrar la creciente aceptación del candidato del oficialismo entre la población electoral, por lo que los representantes del poder económico mueven sus fichas para presentar una figura más acorde a sus intereses.
La dictadura mediática, base principal del bipartidismo, no se arriesgará con los dos candidatos de oposición que, sin duda, serán derrotados.
Totalmente acertada esta editorial y es que la ciudadanía despertó, se quitó la venda de los ojos, está totalmente desengañada al apreciar, percibir evidentemente las obras que poco a poco esta administración está presentando. Notar también cómo han logrado distribuir el buen momento que vive el país y traducirlo en subsidios hacia todos los sectores, indistintamente que sean ricos y pobres.
ResponderEliminarLos panameños saben que por encima de un tema de partidos políticos están sus necesidades y quienes si le están dando respuestas, con deseo y una visión de continuar en ese afán de realizar más cambios significativos en el devenir de nuestro querido país.
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