jueves, 15 de noviembre de 2012

Varela ataca la gestión actual, pero se aprovecha de las obras que desarrolla para hacer su campaña política


Es tiempo que algunos políticos opositores con aspiraciones presidenciales dejen de estar jugando a la política y ofreciendo cosas que no pudieron cumplir cuando estuvieron en el poder.
Escuchar los discursos repletos de medias verdades de personajes que no tienen ninguna moral para hablarle al pueblo resulta desagradable.
Una persona que fue electa por la mayoría de los panameños para ocupar un cargo de vicepresidente y que trabajó dos años en el actual Gobierno ahora quiere ser oposición.
En medio de la ironía de la política ataca la gestión actual, pero se aprovecha de las obras que desarrolla para hacer su campaña política. Algo vergonzoso que no tiene explicación, solo para sus seguidores.
Querer distanciarse de los planes y proyectos del Gobierno es muy complicado, cuando algunos de sus copartidarios que fueron ministros propusieron muchas de las propuestas que ahora consideran polémicas.
¿Dónde quedaron todos los viajes al extranjero y los proyectos de ley que su bancada defendió en la Asamblea Nacional? A nadie engaña.
Es irracional intentar desacreditar un gobierno y de paso acabar con las cosas buenas que están sucediendo en el país con el único interés de tener poder.
La realidad es que una persona que evade la responsabilidad de ser vicepresidente, electo formalmente, y encima habla mal del país, no tiene méritos para aspirar a una presidencia.
La política partidista en ocasiones provoca que sus actores hagan lo que sea con tal de ganar la confianza de los electores. Los discursos son tan cambiantes que es importante tener un criterio bien formado.
Las mentiras abundarán en los próximos meses, a medida que se acerque el 2014.

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