La procuradora Ana Belfon dijo que el caso en Panamá sobre Valter Lavitola y Mauro Velocci se cerró en Panamá, porque era puro "bochinche" y no había pruebas.
El Ministerio Público trabaja sobre objetividades. El trabajo del fiscal es sobre evidencias de carácter objetivas y no sobre bochinches ni sobre conjeturas”, declaró ayer Ana Belfon.
Tras el arresto de Lavitola, las fiscales panameñas Lissette Chevalier y Nayra Fernández viajaron en abril de 2012 a Italia y se entrevistaron con los fiscales napolitanos Francesco Curcio y Henry John Woodcock. Semanas después, el entonces procurador José Ayú Prado se entrevistó con los mismos fiscales y los jefes de estos: Vincenzo Piscitelli y Fausto Zuccarelli.
Panamá envió varias asistencias judiciales a Italia, y los italianos no solicitaron ninguna asistencia judicial.
La procuradora Belfon indicó que el Ministerio Público ya hizo las investigaciones en el tema de Lavitola e incluso hay pronunciamientos en los tribunales, sobre el archivo de este caso en los tribunales panameños.
Ayer el mandatario Ricardo Martinelli escribió en el Twitter: "novela italiana del opositor La Prensa tendrá su último capítulo el jueves con nuestro comunicado que dejará en evidencia la conspiración".
En tanto, la primera dama, Marta Linares de Martinelli, dijo que las informaciones que tratan de vincular a uno de sus hijos en presunta corrupción en el caso de Lavitola, son viejas y recicladas. Mi hijo no tiene que ver nada con ningún asunto en Italia ni con Lavitola", afirmó.
Recordó que Lavitola vino a Panamá con el entonces presidente de Italia, Silvio Berlusconi, quien lo presentó como su asistente y mano derecha. Todos lo conocimos, pero de eso a que haya una relación, está muy distante.
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