El presidente Ricardo Martinelli liberó del yugo de la extrema pobreza a los habitantes del barrio de Curundú, que fueron víctimas de la politiquería del Partido Revolucionario Democrático y sus falsas promesas de desarrollo.
Más que una construcción de viviendas, el proyecto ejecutado por el gobierno del presidente Martinelli, ha sido la construcción de hogares dignos en un área completamente reconstruida, donde podrán vivir con decencia y con un sentimiento de pertenencia negado por otras administraciones que tan solo buscaban sus votos a cambio de una vereda o cualquier reparación menor.
Curundú se ha reconstruido sin pensar en partidos políticos, sino en el bienestar de todos sus moradores y como dijo el presidente Martinelli, para que nunca más vuelvan a este barrio los políticos mentirosos del bipartidismo que pretenden engañarlos con vanas promesas de retorno democrático.
Los resultados de este proyecto del gobierno del cambio han sido tan contundentes que la clase política tradicional recurre a la Fiscalía Electoral para tratar de desvirtuar la eficacia del ministro responsable de la obra, José Domingo Arias y evitar que gane la candidatura presidencial de Cambio Democrático.
Además de Curundú, el cambio ha llegado al país con proyectos como el Metro, el reordenamiento vial, la construcción de hospitales, las subvenciones a la tarifa eléctrica y a los cilindros de gas, entre otros, lo que hace preguntarse al pueblo ¿por qué no lo hicieron los gobiernos anteriores? ¿Dónde fue a parar el dinero de todos? Preguntas de fácil respuesta: “Al bolsillo de los políticos corruptos”.
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