domingo, 28 de abril de 2013

Análisis político: Una candidatura sin calor


Juan Carlos Navarro, candidato presidencial. /Foto: CortesíaEl acto de entrega de credenciales que oficializan a Juan Carlos Navarro como candidato presidencial de Partido Revolucionario Democrático (PRD) fue todo menos una demostración de júbilo por parte de sus correligionarios.
Los rostros de los asistentes evidenciaban que cumplían un compromiso y que no había acudido con el entusiasmo de estar en presencia de alguien que los representará con posibilidades de triunfo en la contienda electoral de mayo de 2014.
El discurso del candidato perredista fue un somnífero, con excepción del momento en que habló sobre su gestión al frente del municipio capitalino, entidad en la que manejó un presupuesto, durante diez años, de mil millones de dólares.
En ese pasaje de su monótona perorata se notó ciertos incómodos movimientos de los asistentes, a quienes les fue difícil entender cómo durante una década, con ese billonario recurso, no se llevó a cabo ninguna obra perdurable.
Este letárgico escenario reafirma las preocupaciones de los mayores patrocinadores del bipartidismo que comienzan a notar las escasas posibilidades de los dos Juan Carlos abanderados por los partidos de oposición.
Recientemente Jimmy Arias Calderón (hermano de Ricardo Arias Calderón), convocó a la dupla de los Juan Carlos para establecer la hoja de ruta y les recomendó que el que tenga mayores posibilidades de ganar la presidencia, sea respaldado por el otro.
De no captar el favorecimiento de los votantes, reflejado en las encuestas, los dos deberán declinar a favor de Alberto Alemán Zubieta y Rubén Blades, propuso Jimmy Arias, mandamás en una de las televisoras de la dictadura mediática.
No está demás agregar que las credenciales fueron entregadas un hotel exclusivo de la ciudad capital, lo que permite aventurar que el vicepresidente de Navarro no provendrá del pueblo sino de alguna familia de rancia aristocracia.

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