Una de las cosas que dejan bien establecidas las encuestas de opinión, publicadas en los medios de comunicación, es que el discurso de los personajes de la oposición en contra del gobierno tienen poco impacto entre la población.
También se concluye que estos sondeos no demuestran preferencia hacia ninguna figura política en particular.
Otro asunto que se puede percibir en los resultados de estas consultas es que la clase política parece no estar sintonizada con los intereses del pueblo.
En ese sentido, en la encuesta de Panamá Opina, elaborada por la empresa Ipsos, destaca Alexis Charris Palacios, que “pareciera que los intereses de la población van en una dirección totalmente contraria a los que animan a los políticos”, coincidiendo contra otras investigaciones.
En el caso de las figuras de oposición con una presencia permanente en los medios, se ha podido observar que con sus discursos no han logrado impactar en la población, si los comparamos con la cacica Silvia Carrera y otros que aparecen semanalmente en las pantallas de televisión.
Carrera marca un 2 por ciento, Milton Henríquez 2 por ciento, Bolo Flores 1 por ciento y vienen en picada Samuel Lewis Navarro con un 3 por ciento y Balbina Herrera que apenas roza el 4.
Algunos de los mencionados invierten importantes sumas o pertenecen a poderosas empresas y utilizan equipos de relaciones públicas; sin duda, no entienden que no se trata de hablar por hablar.
Todo lo critican y quieren hacer ver que el gobierno no ha cumplido sus promesas al pueblo, especialmente las que benefician a los más pobres, además de los macroproyectos.
Imaginan ingenuamente que sin un discurso coherente y sin establecer contacto con la ciudadanía cumplirán sus sueños presidenciales. Pretenden llegar al poder sin compromiso para “entrar limpios y salir millonarios”.
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