Al aceptar el apoyo del llamado Frente Guacho, el candidato presidencial del opositor Partido Revolucionario Democrático (PRD), Juan Carlos Navarro, ha demostrado las frágiles bases de su propuesta, así como su falta de autenticidad y el limbo político en que se encuentra y que le está haciendo caer en las últimas encuestas, al punto que muchos consideran que obtendrá menos votos que Balbina Herrera en el 2014.
Son tan frecuentes sus errores de cálculo que dentro del PRD ya se alzan voces que le piden cambiar la orientación de su campaña, porque no lo ven como ganador de las presidenciales del 2014.
Ha llegado al punto de considerar como su inspirador a Roberto Eisenmann, el evasor del pago de impuestos, sin darse cuenta que esa afirmación, en vez de borrar su pésima gestión de diez años en la alcaldía capitalina, le relaciona con un transgresor de los deberes fiscales.
Como una de las máximas figuras del Frente Guacho, Navarro demuestra su desesperación ante la evidente derrota electoral del 2014, por lo que sus copartidarios empiezan a considerar la posibilidad de bajarlo de la candidatura.
Navarro ha incumplido con la juventud de la “marea azul”, ya que no renovó al partido y se ha unido más a los “dinosaurios” que consideran su derrota electoral como la mejor oportunidad para recuperar el control del partido.
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