domingo, 21 de julio de 2013

Panamá tomó 20 años para limpiar deudas de Militares

Cuando la entonces Guardia Nacional irrumpió en la vida democrática a sangre y fuego el 11 de octubre de 1968, el país tenía una deuda pública de $175 millones, los panameños eran 1,399,617, por lo que la deuda por persona era de 125 dólares. 
Al ser expulsados del poder el 20 de diciembre de 1989 por los invasores estadounidenses, dejaron un endeudamiento de $5,173 millones o $2,116 por persona, según datos oficiales de la época.
El peso sobre los hombros de cada habitante se incrementó 1,600%.
Veinte años después, la deuda pública alcanzó en noviembre pasado los 11,287.6 millones de dólares o $3,319 por persona, lo que implica que su peso se ha incrementado el 56% en ese lapso.
Según los historiadores de la época, los militares panameños se levantaron ante la rampante corrupción política y económica que reinaba en el país.
Mucha agua ha pasado bajo el Puente de las Américas desde la invasión y hay que preguntarse qué ha cambiado desde entonces.
A Manuel Ferreira, economista de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá, le tocó hacer el inventario de pérdidas, que calculó en $300 millones, principalmente causado por el saqueo al comercio, de los que apenas se logró recibir una ayuda de $78 millones de Estados Unidos a través de una organización no gubernamental, según ha revelado.
Su lista de cambios desde la invasión es la siguiente: “los procesos de privatización y concesiones han transformado algunos sectores económicos, uno de ellos los puertos, los cuales movian menos de 10,000 teus/contenedores y ahora aproximadamente 4.5 millones de teus (anuales), siendo de los primeros en la región.
Por otro lado, la transformación del ferrocarril, mayormente para carga de contenedores, pero con uso turístico.
No podemos olvidar la ampliación del Canal y su transformación para el 2014. En transporte aéreo la modernización del aeropuerto de Tocumen convertido en el hub de las Américas con el apoyo de COPA Airlines.
Las concesiones de los corredores norte y sur, la ampliación a 4 vías hacia el interior de la república.
El desarrollo del sector de la construcción y los grandes edificios, la transformación de las área comerciales en Panamá, con la aparición de los mall (Albrook, Multiplaza, Multicentro, Metromall), la Cinta Costera.
Los nuevos desarrollos hoteleros en Panamá ciudad y en el interior, principalmente en Coclé y Los Santos.
La transformación de la base aerea de Howard en el área económica especial del Pacífico y la ampliación de la Zona Libre de Colón”, concluyó Ferreira.
De 1970 a 1990 la deuda externa aumentó en $3,815.4 millones, de los cuales el 53% ($2,022.16 millones). se asumió en la década del 70 y el 47% se dio en 1980, paradójicamente para refinanciar la adquirida en la década anterior, explicó el economista Miguel Ramos.
“Panamá, al igual que el resto de América Latina, fue inundada con un excelente financiamiento que no podían utilizar las economías (desarrolladas), mientras los gobernantes de turno nunca analizaron las condiciones de préstamos y sólo pensaron mezquinamente en su acumulación de poder y riqueza que les podía generar dicho endeudamiento”, sentenció.
En la década del 80 surgen los programas de ajuste estructural, Sal I y Sal II aprobadas en 1982 y 1986.
Estos fueron financiados por el Banco Mundial, a cambio de reducir la planilla y privatizar las empresas rentables, pero en 1987 el estallido de la crisis y el enfrentamiento con Estados Unidos, que estableció un bloqueo económico contra Panamá, hizo que se declarara la suspensión de los pagos de la deuda, un problema que le tocó arreglar al gobierno de Guillermo Endara

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