La empresa de encuestas Dichter & Neira registra un incremento de 63% de la tasa de aprobación de la consulta nacional sobre la gestión del presidente Ricardo Martinelli, efectuada en el presente mes de julio. Ningún jefe de Estado panameño obtuvo una tasa de reconocimiento por encima del 60% en el último año del periodo gubernamental. Podría afirmarse que estas encuestas técnicas, desconectadas de nexos políticos, simbolizan objetivamente el pensamiento de numerosos panameños sobre el trabajo puesto en marcha por el gobierno de Cambio Democrático para transformar los estamentos de la sociedad panameña.
Mientras los anteriores gobiernos se despidieron entre estertores por una combinación inextricable de ineptitud y pereza administrativa, Martinelli no pierde el tiempo en hacerle caso a la chismografía política que nutre la oposición mediática y trabaja contra viento y marea en reformas profundas para modernizar la infraestructura y reforzar la institucionalidad democrática. Contrariamente a las contradictorias aseveraciones de sectores de la oposición, en tres años y medio de gobierno se han introducido reformas fundamentales en el marco del fortalecimiento del sistema de administración de justicia con innovaciones del Derecho Procesal Penal, Sistema Penal Acusatorio, Código de la Familia, suscripción de convenios bilaterales de intercambio de información tributaria, modificaciones del Código Electoral que derogan irregularidades capciosas, enmiendas al Código de Minería, constitución de autoridades autónomas para recaudar impuestos y eliminar evasiones fraudulentas, supervisión de la corrupción burocrática, etcétera.
Cuando se han detectado presuntas irregularidades en la administración pública, el Gobierno Nacional ha asumido iniciativas para proteger las investigaciones pertinentes. La gente ve a diario en el territorio nacional las obras de infraestructura emprendidas en carreteras, vivienda popular, transporte público, nuevos hospitales, restauración de nosocomios, modernización de aeropuertos internacionales en la capital y el interior, nuevos hoteles de inversión privada que llevan al turismo a niveles espectaculares de oportunidades descentralizadas de empleo.
Si una nación constituye un plebiscito cotidiano, como dijo un filósofo europeo, Panamá lleva a cabo ahora un proceso de consulta permanente con la opinión pública sobre el inventario de las obras materiales y culturales.
La encuesta de referencia refleja la constancia de los sondeos de opinión. Sin embargo, las obras quedan, los gobiernos pasan. La República de Panamá representa a la vez el presente y el futuro. Los políticos del bipartidismo únicamente piensan en ventajas coyunturales. Pero la nueva generación de panameños, que representa el mandatario Ricardo Martinelli, llegó a las instancias del poder para acelerar cambios sociales y económicos con el ritmo vertiginoso de los empresarios innovadores, dejando atrás un abominable lastre de abulia, esterilidad creativa y corruptelas. Las encuestas son el espejo en el que se reflejan las imágenes de la transformación política.
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