Las ambiciones políticas de sus dirigentes hacen casi imposible que la oposición puede construir una propuesta electoral única que enfrente a la alianza de gobierno, que recientemente puso a prueba exitosamente su fortaleza electoral y su estructura organizativa. La división de los partidos opositores se manifiesta no solo en la imposibilidad de construir una alianza, se observa también en las fisuras a lo interno de cada partido opositor; muestra de ello, son las campañas sucias que se hacen entre aquellos que aspiran a representar a sus partidos en las elecciones del 2014, indicó Luis Eduardo Camacho, dirigente de Cambio Democrático.
Hay desorientación en la oposición política, ya que sus estrategias no han logrado afectar los altos niveles de popularidad que registra el Presidente Ricardo Martinelli y su gestión de Gobierno. Si a eso le sumamos el significativo aumento que registró la intención voto de nuestro candidato presidencial José Domingo Arias; en corto plazo la división y la desorientación se transformaran en desesperación, agregó Camacho.
Es obvio que la oposición se olvidó que en política no hay sorpresas, hay sorprendidos. Pensaron que oponiéndose a todo y fomentando protestas violentas iban a opacar las obras y programas que el Gobierno de Ricardo Martinelli ha aprobado y ejecutado para mejorarle la vida a los panameños.
Se estrellaron también con su absurda estrategia de hablar de una inexistente reelección presidencial de Ricardo Martinelli, ya que lo único que hicieron fue mostrar el temor electoral que le tienen a los resultados de su gestión gubernamental.
El pueblo si reelegirá. Lo hará al permitir que sigamos produciendo los cambios que están convirtiendo a Panamá en un país de oportunidades para todos, especialmente para los más necesitados. Un proyecto político que inició Ricardo Martinelli y que será continuado, mejorado y profundizado por José Domingo Arias; concluyó Luis Eduardo Camacho.
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