La última encuesta en la que el presidente Ricardo Martinelli obtuvo un 60 por ciento de aprobación, las declaraciones del nuevo magistrado del Tribunal Electoral sobre las posibilidades de una reelección inmediata, son los elementos que alimentan el desasosiego de los opositores y provocan sus histéricas y violentas acciones.
Otra prueba de sus tribulaciones es que se han unido las extremas de la izquierda y la derecha, algo que no tiene antecedentes en toda América Latina, para tratar de dar un golpe de Estado a través de disturbios generalizados y saqueos.
La ciudadanía no es ingenua y compara las acciones de un gobierno que cumple sus promesas y una oposición política que, con el respaldo del poder económico, tan solo buscan generar desórdenes sin presentar ni una sola propuesta porque al parecer se han percatado que solo han de volver al poder a través de un golpe.
Los políticos, los ciudadanos de la llamada sociedad civil y los diversos frentes continúan rasgando sus vestiduras y exigiendo la destitución del presidente Martinelli, sin que las autoridades competentes se pronuncien en torno a estas expresiones que atentan contra la democracia.
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