El magistrado presidente del Tribunal Electoral, Erasmo Pinilla, puede incurrir en faltas a la ética tras expresar su opinión personal sobre los procesos de nulidad de los que debe impartir sentencias.
Tras retomarse el periodo de consultas al proyecto de ley 8, que modifica el Código Electoral para establecer el mecanismo de otorgar curules después de los procesos de impugnación, el magistrado ha reiterado en varias ocasiones su posición con respecto a los casos, aunque sin hacerlo sobre un proceso en particular.
Pinilla ha repetido en una entrevista reciente: “Siempre hago el símil de un boxeador que gana la pelea sobre la base de golpes bajos; se demuestra, se le descalifica y se le da el triunfo al que fue víctima de ese ventajismo”, expresó calificando así a una de las partes que hoy dirimen procesos administrativos dentro de la institución que él dirige.
También ha reiterado que el proyecto de reformas es justo para con los candidatos a diputados proclamados que por estar en un circuito plurinominal no han podido recibir sus respectivas credenciales, incluso ha dado adjetivos de víctimas.
“Les haría justicia a los candidatos proclamados como electos y que no han sido impugnados en circuitos plurinominales y, por otro lado, le quitaría un gran peso a toda la sociedad; porque hacer unas nuevas elecciones no solo somete a quien fue víctima de un abuso, sino a toda la circunscripción que tiene que someterse nuevamente a una elección, con todas las tensiones y todos los gastos”.
‘Debido proceso’
El estilo del magistrado de emitir algunas opiniones a través de los medios de comunicación ya le han merecido la duda sobre su imparcialidad.
En este caso, los representantes del partido Cambio Democrático (CD), al cual pertenece la mayoría de las partes impugnadas, ya se han pronunciado.
Al presentarse las primeras demandas de nulidad después del proceso electoral, la subsecretaria general del CD, Alma Cortés, denunció que el magistrado Pinilla debía declararse impedido para dictar justicia sobre estos procesos, porque consideró que estaba parcializado.
De acuerdo con el abogado Gabriel D’Annunzio Rosanía, para el cargo del magistrado existen otras vías para dar a conocer sus opiniones, y explicó que no es ético hacerlo desde los medios de comunicación.
“No es correcto que un administrador de justicia se pronuncie a través de un medio de comunicación. Sobre el tema que si está impedido o no, el que se sienta aludido debe presentar una recusación y en su momento uno de los magistrados la recibirá; pero definitivamente no es viable jurídicamente que sea ventilado por un administrador de justicia, para eso existen los expedientes, el debido proceso, para eso existen las resoluciones, los autos”.
El abogado explicó que en este caso debe aplicarse como prioridad el Código Electoral, pero también puede aplicarse el Código Judicial como medida supletoria, en el cual se ha establecido que un juez, o en este caso un magistrado, debe evitar dar sus opiniones por vías que no son las que describe la ley.
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