CRISIS: Fricciones, pujas y repujas en el PRD

Las pugnas internas colman la agenda perredista. Mientras todos trazan tesis de por qué la crisis no han podido al menos matizarse, analistas proyectan que a Navarro se le hará difícil el triunfo.



PANAMÁ. Cuatro años no han bastado para que el PRD ponga en remojo las gélidas rivalidades domésticas que ha cultivado desde inicios de siglo. Y hoy, a seis meses de las elecciones, el partido se revuelve con las metamorfosis permanentes de sus diferencias, ‘pecados’ que lo ponen en el escenario menos soñado para el 2014: a un sótano del triunfo y la amenaza de repetir como oposición.

Aun cuando se acercan horas complejas, una reciente pugna entre el candidato Juan Carlos Navarro y el exsecretario Mitchell Doens ha vuelto a poner el tema en el caldero. Uno le pidió la renuncia al otro, por vaticinar que el 15 de diciembre (día en el que el PRD elegirá a sus plana al Parlacen) un grupo de directores solicitaría un cambio en la nómina presidencial.

‘Aquí están peleando ideología versus pragmatismo, y ese es un debate irreconciliable’, resume el investigador Jaime Porcell.

Sin banderas blancas a la vista, el PRD debe hacer la mayor maniobra en lo que va de la contienda, por recuperar el espacio que tenía. El del líder opositor. O, simplemente, el de líder.

EL PACTO QUE SE ROMPIÓ

El PRD lo había intentado. En septiembre, Navarro, Doens y el médico-político Francisco Sánchez Cárdenas, llegaron a un acuerdo de apoyo y merma de las críticas abiertas. Había que recuperar el caudal perdido.

Pero todos lo olvidaron, y dos meses después la fraternidad perredista ha vuelto a ser mitología.

Hurgar en las razones de la ruptura del pacto es adentrarse en un mundo complejo de pujas y repujas, e infinitos silencios. Sin embargo, Sánchez Cárdenas accedió a hablar de ellas, un día después de la ofensiva de Navarro a Doens. Las enumeró de la forma más simple: la relación del PRD con Martinelli. Y todo lo que a él huela. 

AL CALOR DE LAS ELECCIONES 

Pero Navarro se quedó sin nombres de independientes, sin Doens ni S ánchez Cárdenas, sin un partido alineado, y con un hueco que los analistas insisten en proyectar como irreparable.

Jaime Porcell sostiene que la pelea ‘le va a costar la Presidencia 2014 al PRD’, porque el discurso de Navarro no tendrá el ‘elemento’ que la haga aterrizar, y que —cree— sólo se lo pueden aportar la vieja guardia, ‘la ortodoxia’. Gente como Doens y Sánchez Cárdenas.

Mario Rognoni, un comensal político inscrito en el PRD, sostiene, empero, que la ‘vieja guardia’ rebelde está actuando en traición a su partido, al generar una ola imparable de cuestionamientos-respuesta-caída en las posibilidades electorales. El candidato del PRD está entretenido con las crisis de casa. ‘Doens le está haciendo el juego al gobierno, y el daño a Navarro es lamentable’, advierte.

En los últimos meses, Juan Carlos Navarro ha perdido 18 puntos porcentuales, mientras José Domingo Arias ha tomado el camino a un ascenso desafiante, y Varela proyecta pasárselo pronto.

Doens y Sánchez Cárdenas usan ese mismo argumento para sostener su verdad. ‘Cuando le dejamos el partido, tenía 45% de aceptación, y él quedó como el mejor candidato presidencial. Hoy las cosas no están así’, dice Sánchez Cárdenas con un sosiego impresionante pese a ser uno de los protagonistas de la crisis.

Por eso, insiste, es ‘necesario’ analizar una figura alterna a Navarro.

—Ustedes dicen que hacen esto para que el PRD no pierda las elecciones. . . ¿pero no estarán tejiendo justamente eso?—

—No. Porque como van las cosas con Navarro ya vemos que perderemos. Pero si lo quieren a él, no haremos más que apoyarlo, aún sabiendo de que vamos a perder—, sigue Sánchez Cárdenas, deshilando sin peros la más profunda de las pesadillas de un partido que parece haberse erigido solo con la idea de gobernar.