El discurso ofrecido por Juan Carlos Varela, al concluir las elecciones primarias complementarias de su partido, reflejó su gran resentimiento por no ser el candidato del oficialismo para las elecciones de mayo de 2014, por lo que se puede presagiar, sin margen para equivocaciones, que su fracaso político será ruidoso, inclusive al punto de enterrar consigo a una histórica organización política, tal como ha pronosticado la expresidenta Mireya Moscoso.
Durante varios minutos, Varela se dedicó a hilvanar ideas sin mucha coherencia y hasta afirmaba que eran suyas las obras del presidente Ricardo Martinelli, sin exponer un verdadero programa de gobierno, ni dando a conocer una agenda social destinada a mejorar la calidad de vida del pueblo.
Pero, donde más dudas dejaron sus palabras fue en la forma con que pretende enfrentar el tema de los precios de los productos, recurriendo al fundamento marxista de congelar los precios, algo que sería mucho peor porque podría provocar el desabastecimiento de comida.
Varela escogió el Ministerio de Relaciones Exteriores cuando formó parte de la alianza, porque desde allí no tendría contacto con las necesidades del pueblo, en vez de decidirse por trabajar en el de Vivienda o el de Desarrollo Social, trincheras donde se combaten la pobreza y la pobreza extrema.
Las recientes elecciones primarias del Panameñismo tuvieron un bajo porcentaje de votantes que tan solo salió a darle apoyo a sus respectivos candidatos a alcalde, diputado, representante o concejal pero no al abanderado presidencial. Varela deja grandes interrogantes sobre su futuro político en las próximas elecciones.
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