El coordinador del Frente por la Defensa de la Democracia, Mario Mena, en su intento por desvincularse de la incitación pública que hizo la semana pasada ante un grupo de líderes de oposición y de la sociedad civil de “levantarse a tiros en las próximas elecciones”, cayó en más contradicciones que lo dejaron sin argumentos para defenderse legalmente.
En el noticiero matutino de Telemetro, Mena negó que haya hecho las declaraciones que aparecen registradas en el video emitido por el Canal Plus de televisión cuando planteaba estrategias para encarar al Gobierno durante las elecciones de 2014.
“Eso no fue dicho en la conferencia de prensa. Previo a eso estábamos hablando y conversando, pero eso no se dijo en la conferencia”, puntualizó Mena. Sin embargo, se ratificó en que seguirá en defensa de la democracia y personalmente se defenderá.
Evasivo y molesto, adujo que se trata de una campaña en su contra orquestada por un abogado que no identificó y al que denominó “testaferro”, al no aceptar un soborno de 56 mil dólares a cambio de que su caso de violencia doméstica contra su hijastra, esposa e hija no saliera a la palestra.
Concluida su intervención en Telemetro, Mena se trasladó a TVN, donde cambió su versión. “Es mi voz y no lo voy a negar, pero se trata de un montaje para incriminarme. Yo en ese video editado no estoy incitando a nadie a la violencia”, declaró.
En ambos medios, el dirigente dejó claro “que no soy y nunca he sido el hombre que me van a meter los pelos”, dijo visiblemente alterado.
Allí no terminó la confesión de Mena. También aceptó que protagonizó un acto de violencia doméstica en el que su hijastra Michelle Flores lo acusa de haberle fracturado la clavícula por tercera ocasión.
“No, no lo voy a negar, pero son casos que han salido a la palestra para bajarme el perfil”, destacó. Sin profundizar sobre la investigación que le sigue la Fiscalía de Asunto de Familia y del Menor, el dirigente prefirió culpar al Gobierno de su participación en actos de violencia e incitación pública a la violencia.
Conforme avanzaban los minutos, Mena se mostraba alterado y consideró como intimidatoria la denuncia levantada contra él por supuesta apología del delito que el viernes pasado presentó la Juventud del Partido Cambio Democrático ante la sede del Ministerio Público.
Eduardo Camacho hijo, secretario del grupo de la juventud del CD, basó la querella penal en que se trató de una abierta incitación pública contenida y penalizada en el Código Penal.
No obstante, Mena insistía en que “ellos creen que me van a callar la boca, pero se fregaron”.
Caso familiar
“Tienen una campaña montada en contra mía, me voy a defender porque hay un dirigente político que utilizan para demandar a todos los dirigentes que se oponen al Gobierno y ese es el que le han puesto para ver un caso familiar ...se ha metido en la vida de mi familia a intimidar y a ventilarse públicamente, yo no tengo ningún problema con eso”, manifestó Mena al reconocer una situación dentro de su seno familiar en la que se le acusa por supuesto caso de violencia.
Mena explicó que el abogado que representa a su hijastra, quien le acusa por actos de violencia, es un “testaferro” que quiso extorsionarlo y que después de que él se negara a darle 56 mil dólares, el abogado procedió a hacer pública una situación íntima.
Por este caso, Adolfo Pineda, fiscal a cargo de la investigación, le formuló cargos por supuesta violencia doméstica y le ordenó el desalojo de la casa donde reside con su esposa en Las Cumbres.
También emitió boleta de protección a favor de la hijastra, luego de que le proporcionara un golpe que la incapacitó por 80 días.
El coordinador del Frente por la Defensa de la Democracia también mantiene una investigación pendiente en la Fiscalía Anticorrupción por el supuesto manejo irregular de fondos del seguro educativo cuando era dirigente de Conato.
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