La supuestas prebendas ofrecidas por el presidente Juan Carlos Varela a diputados delPartido Revolucionario Democrático (PRD) también se extienden a Cambio Democrático(CD).
El expresidente de la República Ricardo Martinelli escribió en su cuenta de Twitter que Varela también estaría “coqueteando” con diputados del partido que dirige.
“Lo mismo están haciendo con 6 del CD. Y no que el transfuguismo era pecado mortal? y ofrecer $millones y 100 contratos”, escribió Martinelli, en referencia a los ofrecimientos que habría realizado el presidente a 9 diputados del PRD, durante una reunión secreta, el viernes pasado.
Esto provocó, también, que ayer figuras como el diputado Pedro Miguel González, quien participó en las conversaciones entre las bancadas del PRD y Panameñista para la alianza de gobernabilidad, asegurara que este acuerdo ahora está en vilo.
González sostuvo que la tensión que existe para el nombramiento del próximo contralor no puede interferir con lo establecido en el acuerdo de gobernabilidad.
“Si para llegar a esa mayoría en la decisión del contralor hay que fracturar la bancada del PRD o CD, llegando a quién sabe qué tipo de entendimientos, entonces estaríamos tirando por la borda la posibilidad de que en la Asamblea se mantenga la mayoría calificada”, evaluó el diputado.
La disposición del Ejecutivo en nombrar a su propio candidato ha sido calificada como una deuda por pagar que solo puede saldarse con designar al empresario Federico Humbert como nuevo contralor.
“Se están generando presiones por parte del Ejecutivo para el nombramiento de Federico Humbert para contralor”, dijo el perredista González en el programa Radar de TVN.
La Constitución Política, en su artículo 161, confiere a la Asamblea Nacional la función administrativa de “nombrar al contralor general de la República”.
En este sentido, el exmagistrado del Tribunal Electoral (TE) Guillermo Márquez Amado destacó que “maniobrar políticamente en la Asamblea Nacional es legítimo hasta que se pone en riesgo la gobernabilidad. En todo caso, actuar en función de bien común”.
La diputada perredista Zulay Rodríguez confirmó su participación y la de otros parlamentarios en dicho encuentro con el mandatario, aunque aseguró que no hubo imposición de ningún candidato para la Contraloría.
Trascendió en una de las cuentas manejadas por el PRD el presunto ofrecimiento por parte del presidente de $1.5 millones para cada diputado si aceptaban votar por el nombramiento del empresario Humbert.
Este fondo sería utilizado para proyectos en cada uno de los circuitos a su cargo, además de asignarle a cada uno 100 nombramientos en puestos públicos.
En esta reunión participaron los diputados Aibán Velarde (10-1), Quibián Panay (8-9), Zulay Rodríguez (8-6), Iván Picota (8-7), Alfredo Fello Pérez Díaz (8-4), Diógenes Yoyi Vergara (8-10), Carlos Motta (4-2), Felipe Vargas (5-1) y Néstor Tin Guardia (2-1).
Al conocerse la negociación, el secretario general del PRD, Carlos Pérez Herrera, mostró su molestia a través de las redes sociales y cuestionó a Varela.
“Qué hace metiendo las manos en el PRD si sabe que oficialmente se habían cancelado las reuniones de la bancada con usted”, publicó.
El secretario general reprochó que el presidente siempre haya criticado el transfuguismo y aseguró que no interferiría en los asuntos de otro colectivo.
En estas últimas semanas, los intentos de Varela por reunirse con los diputados del PRD habían sido frustrados.
Para el domingo 28 de septiembre, Varela había extendido una invitación a 25 diputados del PRD para reunirse en la casa de su hermano, el diputado José Luis “Popi” Varela, en Punta Barco, distrito de Chame, y posteriormente en el hotel Sheraton, pero ambas fueron canceladas por el PRD.
Estas motivaciones del Ejecutivo fueron criticadas por miembros de la vieja guardia del partido y los nuevos diputados que solicitaron ser llamados en público para conocer las motivaciones del presidente.
El presidente Varela, durante sus primeros días de gobierno, señaló que su gestión se caracterizaría por el respeto a la institucionalidad del país. “La política dejará de ser un negocio en Panamá”.
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