Algunos cheques de la operación. Carlos Salazar // Documentos oficiales sobre investigación a ex Alcalde Navarro, de la Ciudad de Panamá. Carlos Salazar.
Consciente de su complicado perfil, Navarro ha coqueteado en estos días con Juan Carlos Varela, el otro candidato opositor, líder del Partido Panameñista, y marginado del poder como vicepresidente de la República. Pese a haber sido componente clave de la alianza que dio el triunfo al actual presidente Ricardo Martinelli, Varela se distanció del gobernante porque creyó tener, en algún momento, el respaldo de Estados Unidos.
Desde la llegada al país en mayo del año anterior, el embajador estadounidense, Jonathan Farrar, ha dibujado una nueva y estrecha relación de Washington con Panamá y Martinelli, y Varela se ha quedado con el respaldo de sectores de su partido, algunos simpatizantes del PRD, de la democracia cristiana y de los comunistas panameños.
Después de atacar a Varela a lo largo de los meses, Navarro está haciendo esfuerzos desesperados por acercarse al panameñista hablando de “madurez, sosiego y tranquilidad” para sentarse como “dirigentes de oposición a consultar, sin ninguna condición para hacer alianzas con todos los grupos político, menos con las fuerzas del gobierno”.
Varela, ha rechazado esos coqueteos bajo el criterio de que Navarro es un claro exponente de la corrupción que rechazan los panameños.
“No vamos a hacer alianza con personas que lo que buscan es hacer negocios desde el poder para seguir desviando los fondos que pertenecen al pueblo panameño”, ha dicho Varela.
Conoce, por expedientes que recopiló uno de sus principales aliados en la Alcaldía de Panamá, el cuestionado pasado de Navarro quien estuvo al frente de la comuna capitalina por 10 años.
La estela de corrupción que dejó fue una de las encomiendas que Varela le pidió desenterrar a su copartidario el Alcalde Bosco Vallarino, antes de que renunciara al cargo hace dos años.
Esa investigación fue enviada por simpatizantes de Varela a elpais.cr, que la ofrece en tres partes a los lectores interesados en conocer los vericuetos de la turbia actuación de Navarro, en el periodo en que fue Alcalde de la Ciudad de Panamá.
Camiones para recolección de la basura
La Alcaldía de Panamá suscribió en el 2006 un préstamo con la banca privada local por $9 millones para la adquisición de una flota de camiones para las operaciones de recolección de la basura por parte de la Dirección Municipal de Aseo Urbano y Domiciliario (Dimaud).
Con ese monto se financiaría la construcción de una tina de relleno sanitario por $2,068,000.00, se cancelaría un préstamo para la compra de camiones de recolección de basura por $2,800,000.00, se construirían nuevas instalaciones para las operaciones de la Dimaud por $1,200,000.00 y se pagaría $2,931,200.00 en concepto de alquiler de equipo recolector de basura.
Pero todo estuvo rodeado de maniobras irregulares de carácter administrativo, operativo y financiero originadas con la finalidad de generar sobrante en cada uno de los cuatro aspectos del contrato, del que se desviaron $6,247,380.72. No existe evidencia del uso de esos fondos, que fueron manejados de manera corrupta por Navarro.
De acuerdo con la investigación realizada a finales del 2011 por la empresa M&C Antifraud Consulting Corp, los términos de la adjudicación de la obra para la construcción de la tina sanitaria, no se ciñó a las reglas objetivas, justas, claras y completas de conformidad a la ley de contrataciones públicas. En la práctica, se desestimó la experiencia de las otras empresas que presentaron propuestas, para favorecer al consorcio panameño Termotécnica Petroimpetrol S. A, pese a que las otras ofertas eran más ventajosas en términos técnicos y de precio.
Además la obtención del préstamo con la banca privada local fue una abierta violación a lo dispuesto por la Contraloría General de la República de Panamá (CGR), que establecía que los trabajos del relleno sanitario debían pagarse en 24 letras de $86,200.00 cada una, producto del cobro de la tasa de aseo. El contrato había sido devuelto sin refrendo por la CGR el 5 de abril del 2004, y Navarro lo reenvió 10 días después, para ser rechazado nuevamente mediante nota del 12 de mayo de ese año. Navarro insistió en el refrendo el 7 de junio.
Además, hay evidencias de que la Dimaud estaba amortizando la deuda del contrato antes de que la Alcaldía obtuviera el préstamo de la banca privada local. Cuando el banco hizo el primer desembolso el 31 de mayo del 2007 fue por la suma de $1,206,000.00, quedando una diferencia de $862,000.00, sin que el Departamento de Contabilidad de la Alcaldía de Panamá pudiera establecer en qué se emplearon esos fondos sobrantes. Ese total, fue depositado en una cuenta corriente municipal, contraviniendo las normas que rigen esos procedimientos en las instituciones del Estado.
Esas normas panameñas, establecen que para abrir una cuenta de fondos rotativos, debe solicitarse autorización de la CGR, dar a conocer el monto e informar sobre la necesidad de contar con ese recurso, y el nombre de los funcionarios asignados para administrarlo. Para su autorización debe contar con el visto bueno de los auditores de la CGR y la posterior autorización del propio Contralor General de la República.
De acuerdo con la investigación, Navarro abrió la cuenta corriente por encima del rechazo del Contralor General de la República y no cumplió con los controles establecidos en el manual de procedimiento para la apertura de dichas cuentas. El Contralor Dany Kuzniecky, no refrendó la apertura de la cuenta corriente, pero en su defecto lo hizo el copartidario de Navarro y asesor del Kuzniecky, Francisco Rodríguez, efímero expresidente de la dictadura de Manuel Noriega.
La transacción tiene otro signo de opacidad. La Dimaud pidió al Banco Nacional de Panamá, que remitiera las transferencias al Credicorp Bank a favor del consorcio Proimpetrol S. A. Las transferencias se harían los 11 de cada mes, a partir de marzo del 2007, directamente a Proimpetrol, hasta completar a la suma de $1,465,400.00. Un incumplimiento adicional del contrato, establecía que el contratista presentaría una cuenta de cobro a la terminación de los trabajos por el valor total de la obra de $2,068,800.00.
Fórmulas para desviar dinero
La pregunta que queda en el ambiente es donde fue a parar el excedente de $862,000.00 producto de la cancelación del contrato de construcción de la tina en la cuarta fase del proyecto del vertedero de basura de Cerro Patacón.
Una relación de los pagos demostró que la cancelación íntegra del contrato fue por $2,068,800.00. 3). Además de la cancelación total del referido contrato, se detectaron dos pagos a nombre de la Corporación Proinpetrol Internacional, sin evidencia de que realizaran trabajo alguno.
Estos cheques, son del 26 de junio del 2009 por la suma de $125,911.47, y del 1 de septiembre del 2008, por el monto de $129,394.81. Pese a que la empresa investigadora, revisó en forma detallada los nuevos trabajos, dentro de la modalidad de ampliación del vertedero de basura, solo se encontraron antecedentes de las empresas Progevisa, Construcciones y Excavaciones, Sucasa S.A. y Transcomer. También existe registro de que Navarro fue autorizado a firmar un contrato con le empresa Urbaser-Plotosa. Pero en ningún expediente existen evidencias que comprueben que la Corporación Proinpetrol Internacional S.A. realizara obras en Cerro Patacón.
Para cancelar un préstamo comprometido para adquirir equipo rodante de recolección de desechos sólidos, Navarro obtuvo un préstamo por $2,800,000.00 del Banco Continental, que antes de fusionarse pertenecía al Grupo Motta y de donde surgió la exProcuradora General de la Nación, Ana Gómez, destituida por la Corte Suprema de Justicia de Panamá por abuso de autoridad.
En esa operación también se descubrieron irregularidad, pues ese monto fue empleado para pagar al Grupo Tiesa S.A., parte de los dos contratos por el suministro de vehículos que ya habían sido liquidados en la Dirección General de Aduanas de Panamá por un total de $9,000,000.00. El total de esos contratos ya estaba siendo amortizado a través de partidas presupuestarias comprometidas.
La investigación de la firma M&C detectó que entre el periodo del 2006 al 2008 se realizaron operaciones dudosas entre Navarro y el Grupo Tiesa S.A. La operación se originaba desde la Dimaud, con la confección de los cheques afectando sus fondos desde la cuenta corriente de operaciones 06-99-0055-0. No solo se benefició al proveedor con la cancelación de los contratos, sino con los desembolsos de los pagos.
La primera maniobra operativa se inició con la confección de un cheque por parte de la Dimaud a la orden de Depósito de Garantía. El Municipio de Panamá recibía los pagos y ordenaba realizar las transferencias locales a través del Banco Nacional de Panamá al Banco Continental, con destino a un plazo fijo del Grupo Tiesa S.A. y, posteriormente, el mismo Banco Continental realizaba otra transferencia de fondo interna para aplicar al préstamo del Grupo Tiesa S.A. Se realizaron 28 transferencias por la suma de $75,805.91 cada una con la finalidad de culminar el monto de $2,122,690.48.
La segunda maniobra operativa, fue la emisión de 38 cheques de la Dimaud contra la cuenta corriente 06-99-0055-0 del Fondo de Operaciones, que luego fueron anulados y omitidos del libro mayor auxiliar de cuentas por pagar, entre estos un cheque por $99,344.98 depositado el 2 de noviembre del 2007 en el Citi Bank y enviado posteriormente a la Cámara de Compensación cinco días después. El monto de esos 38 cheques llegó a totalizar la suma de $565,5525.39 depositados en diferentes bancos y no contabilizados por la Dimaud.
Cabe destacar que entre el préstamo de $2,800,000.00 para adquirir nuevo equipo rodante de recolección de basura y el préstamo de $9,000,000.00, no existía relación, pues se trataba de operaciones realizadas con más de años de diferencia. En la operación, además, se logró detectar una diferencia de $1,253,380.79. Navarro no pudo establecer el destino de esos fondos ni en qué fueron empleados.
Otra operación, con visos de fraudulenta, fue la que apareció en el registro cuyo reporte iniciaba con un saldo cero y luego se reinició con el monto de $3,108,042.47, sin reflejar siete pagos de $75,805.91, cuyo monto acumulado era por el valor de $530,641.37, lo que arroja un total de $3,638,683.84, cuyo destino también quedó envuelto en el misterio.
Tampoco aparecen reflejados, en reporte de cuentas por pagar de la Dimaud, tres cheques por $100,000 cada uno, que luego fueron transferidos a la cuenta de Depósito de Garantía del Municipio de Panamá.
En síntesis, en estas operaciones puede notarse que los pagos eran depositados en un plazo fijo, donde ganaban intereses, y posteriormente se aplicaban al préstamo del Grupo Tiesa S.A.
No era necesario realizar un préstamo de $2,800,000.00 para cancelar contratos que venían amortizándose con sus partidas presupuestarias debidamente aprobadas y comprometidas.
Tampoco existen documentos que existía una cesión de crédito. Se observa a simple vista que Navarro, como representante del Estado panameño desde su puesto de Alcalde de la Ciudad de Panamá, le canceló un préstamo a una empresa privada, con el producto de un préstamo por $9,000,000.00. Además quedó en evidencia que existieron pagos de cheques a nombre del Grupo Tiesa S.A., que fueron reversados de la cuenta por pagar y entregados a la empresa, y que existe registro de nueve diferentes pagos que fueron realizados a través de la banca privada panameña por la suma de $565,525.39.
Otro aspecto escandaloso es que la Dimaud dejó de cobrar la multa diaria que debió aplicarse al Grupo Tiesa S.A. por incumplimiento del contrato lo que totalizó $81,003.92, y tampoco aplicó la retención del 50% del pago de ITBM lo que representó $90,967.09, adicional a la suma de $565,525.39 en concepto de cheques no rebajados de su cuenta. Es decir, Navarro benefició en forma adicional al Grupo Tiesa S.A. con $737,496.40.
Otras víctimas de los manejos oscuros de Navarro, durante su paso por la Alcaldía de la capital panameña, fueron las transferencias de organismos internacionales para el medio ambiente, entre las que aparecen $19,985, y, adicionalmente, $9,000 que correspondían a la Universidad de Panamá. En ambos casos, los fondos fueron retirados de la cuenta de Depósitos de Garantía y redepositados en otras cuentas en las que se mezclaron con diferentes operaciones.
Se encontró otro método de operaciones de pago, mediante el cual la Dimaud confeccionada cheques a favor del Grupo Tiesa S.A., los registraban y el mismo día lo anulaban en auxiliar del libro mayor de las cuentas por pagar de esa empresa. Esos cheques eran enviados al Departamento de Cuentas y Pagos y, finalmente, eran entregados al Grupo Tiesa S.A.
Un estimado conservador del monto total de los cheques emitidos y anulados de las cuentas por pagar de la Dimaud al Grupo Tiesa S.A., asciendió a los $565,525.39, puesto que se perdieron documentos de los archivos..
También se encontró que se aplicó un cheque desembolsado por la suma de $1,546,619.21 para el cierre del saldo del libro mayor de la cuenta por pagar, cuando el monto era menor a la cantidad, se forzó el cierre utilizando la cuenta de ingresos, dejando el saldo, según libro, en cero. No existe evidencia del visto bueno de la aprobación del comprobante de diarios para la cancelación del saldo.
Otro misterio es que la suma de $1,200,000.00, destinada a la construcción de las nuevas instalaciones de la Dimaud, no se realizó y se impartió la instrucción de crearle un préstamo a esa institución por la cantidad, que luego se depositó en la cuenta corriente 06-92-0020-6 del Municipio de Panamá.
El cheque por $1,200,000.00, tuvo otro rumbo. El 5 de septiembre del 2008, se giró una orden emitida por la Tesorera Municipal, dirigida a Rafael Reyes, Director General de la Dimaud, indicando que el cheque por $1,200,000.00 había sido remitido para que se depositara en la cuenta de la Tesorería Municipal de Panamá, y se estableciera la reserva del caso a fin de cumplir con los compromisos pendientes. Eso violó el contrato aprobado para construir la nueva sede de la Dimaud. El dinero desapareció y no se hizo la obra.
Pero, además, se solicitó al Consejo Municipal de Panamá un crédito extraordinario y se incluyó nuevamente el monto de $1,200,000.00, que originalmente se había aprobado para la construcción de la nueva sede de la Dimaud.
También se detectó una irregularidad en el uso de $2,931,200.00 para el pago a proveedores del Municipio de Panamá, producto del alquiler de equipo de recolección de basura, compra de repuestos, accesorios y otros. El caso es que en la investigación no existe constancia alguna de los pagos, ni de movimientos de cuentas por pagar a los proveedores de esos servicios. Una nota escrita por el Jefe de Contabilidad de la Dimaud, Juan Anaya, certificó que no pudo establecer que se hubieran realizado los pagos a los proveedores.
Es importante insistir en la compra de los camiones para recolección de basura en el Municipio de Panamá, por la suma de $2,800,000.00. Los camiones comprados en el 2008, eran del 2004 y fueron considerados como “chatarra”, por los funcionarios que realizaron una inspección para evaluar el equipo.
En total eran 31 camiones, pero una serie de irregularidades dan cuenta de que fueron introducidos a Panamá violando la ley (Anexo 9) y a un documento conteniendo el archivo, le fueron borradas con liquido corrector las cifras pagadas.
La investigación de la empresa M&C Antifraud Consulting Corp., mostró con total evidencia que en cada uno de los puntos del contrato para la Dimaud, se crearon remanentes por $6,247,380.72 de los cuales no existen registro de la administración de esos fondos, y que todos esos recursos del Estado panameño fueron usados por Navarro, con la complicidad de media docena de funcionarios municipales, para operaciones irregulares y claramente corruptas.
Lo que escondía el bandido.
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