Durante su discurso en la inauguración de la XXIII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado, el mandatario panameño sostuvo que no solo se trata de afrontar los retos de la economía actual, sino de responder a una nueva demanda social en la región, porque las personas son cada vez más consientes de que la formación es la plataforma para mejorar su calidad de vida.
Martinelli aseguró que se hacen necesarias políticas comunes que procuren simplificar los procesos de reconocimientos de títulos educativos de capacidades profesionales y de otros.
En su discurso el mandatario también destacó que Panamá juega un papel fundamental como centro del comercio mundial y con perspectivas económicas de gran proyección y auge en el escenario del comercio marítimo mundial con la región Asia Pacifico.
Con esta visión la Alianza del Pacifico en el continente apuesta a que con la democracia y la economía libre pueda lograrse el desarrollo de sus respectivos pueblos sobre la base de construir un espacio de libre circulación de personas, capitales y bienes, tomando como referencia el modelo europeo. Esta sucesión podría proyectar el continente americano hacia el siglo XXI.
El mandatario sostuvo que en los 13 años trascurridos desde que plantearon los objetivos del milenio, han sido testigos de la reducción más rápida de la pobreza en la historia de la humanidad apoyados en el desarrollo y uso de los medios tecnológicos económicos y la modernización y democratización de las estructuras políticos sociales, se ha erradicado para siempre la pobreza extrema.
Panamá se siente muy complacido por los indicadores que lo registran como el país con mayor crecimiento económico de América Latina y el cuarto a nivel mundial, con la segunda posición de competitividad en la región
El mandatario panameño destacó la fortaleza de Iberoamérica que hoy supera el 9% de la población mundial, de la fuerza de trabajo disponible y del PIB global y cubre más del 15% de la superficie total del planeta, con reservas significativas de recursos naturales.
Agregó que las economías de los países están interconectadas y existe una dependencia innegable por esta razón, las actuales circunstancias económicas por las que atraviesa España y Portugal, convierten a Latinoamérica en un área de oportunidades y en un motor de desarrollo.
A su vez estos socios son la puerta de acceso a Europa, por lo que el fortalecimiento de la integración regional brindará beneficios a todas las naciones.
“Si se reflexiona sobre el futuro de la cumbre concluiremos que los países emergentes de la región de América Latina y el Caribe podrán encontrar en la comunidad iberoamericana una herramienta útil para fortalecerse, económica, política y socialmente en el siglo XXI”, precisó Martinelli.
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