
Agregó el religioso que en este asunto hay intereses de la competencia y de otros grupos que ambicionan apoderarse de esas tierras para dedicarse a la explotación de cultivos, entre otros, el de caña de azúcar, algo que se ha convertido en una lucha de los representantes del bipartidismo para que no se legalicen las tierras a favor de los obreros de las bananeras.
Durante las últimas administraciones no hubo voluntad de resolver el problema de Barú porque siempre ha habido personas influyentes detrás de esas valiosas y productivas tierras.
Nuestra opinión
Al resolver el problema de la tenencia el gobierno, a través de la Administración Nacional de la Tierras (ANATI), permitió que los ex trabajadores bananeros escogieran la forma de explotar sus propiedades, ya sea de manera individual o colectiva.
Definida la titulación de las tierras se dejó sin opción a quienes buscaban desalojar a los legítimos dueños, los trabajadores, para ahora permitir y favorecer el resurgimiento de Puerto Armuelles.
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