Todos fuimos testigos del verdadero infierno que se
vivía en las calles de las ciudades de Panamá y San Miguelito cuando operaban
los conocidos “Diablos Rojos”; la velocidad excesiva fue producto de múltiples
accidentes donde cada año ciento de humildes ciudadanos murieron tras las
ruedas de estos buses que conformaban un sistema colapsado.
Los gobiernos anteriores eran simples espectadores del
problema y preferían quedarse con los brazos cruzados ante las muertes y daños
materiales que cada día provocaba el viejo sistema del transporte público.
No solo eran víctimas fatales, hay testimonios de muchas
personas que han quedado con
discapacidades de por vida por las lesiones de los atropellos y colisiones por
el manejo endemoniado de quienes iban al volante de los “Diablos Rojos”.
Los gobiernos anteriores eran observadores desde sus
cómodas oficinas refrigeradas, solo se limitaban a dar declaraciones sobre
planes en un futuro incierto, provocada por la incapacidad que los alumbraba.
En estos momentos el fin de los “Diablos Rojos” es una
realidad, aparte del manejo desordenado, también ha quedado en el pasado los
estruendosos equipos de sonido que se sumaban a los daños a la salud que le provocaban
a quienes por necesidad tenían que usar este sistema de transporte público.
La actitud decidida de este gobierno permitió
materializar lo que para las administraciones anteriores era un sueño, pero la
visión del presidente Ricardo Martinelli, de Cambio Democrático (CD) y sus aliados,
fue más allá de la modernización del transporte público.
Aquí se está transformando toda la red vial del área
metropolitana que desde hace 40 años había sido abandonada y estaba al borde del
colapso. También se construye la línea 1 del Metro que será de mucha ayuda para
reducir la demanda del Metrobus y la circulación de autos en las calles, porque
muchos conductores preferirán dejar sus autos en casa para usar el nuevo
sistema de transporte público.
Estas megas obras han provocado ciertas limitaciones
en la circulación vial, es cierto, no se puede ocultar, y ha sido una de las principales
razones que han influido en las debilidades que en estos momentos afronta el
Metrobus por las frecuencias con que pasan en las paradas.
Ante esta realidad las empresas encargadas del sistema
del transporte público, (Mi Bus y Sonda) han estado realizando los ajustes bajo
la supervisión permanente de la Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre
(ATTT) y del propio presidente Ricardo Martinelli.
Sin embargo vemos con preocupación como algunos medios
de comunicación dedican gran tiempo de sus costosos espacios informativos para
retratar solo una parte del sistema, lo peor es que prefieren ignorar los
cambios positivos que paulatinamente se están alcanzando por el bien de los
usuarios del transporte público.
Quienes no conocen la realidad pensarían que en Panamá
no se puede salir a las calles, producto de la información que han manipulados
estos medios amarillistas que contradicen los postulados de la ética
periodística.
Porque mas que informar a ello los motiva son sus
intereses particulares, por un parte, y la intención politiquera por la otra,
ya que su alianza no es con la audiencia, sino con los colectivos políticos de
oposición con los que han hecho un contrato social.
Un pacto que han hecho con esos mismos partidos
políticos, que antes estuvieron en el gobierno y que permitieron todos los
abusos protagonizados por los quienes operaban el viejo sistema de transporte
público conocido como “Diablos Rojos”.
Cada día son más los miembros de esta sociedad que
descubren la verdadera intención del pacto entre los medios de comunicación
amarillistas y los partidos político, porque ha quedado comprobado que la alianza
es para bienestar personal sin importarle con el pueblo, porque prefieren
echarle tierra a la modernización del transporte con una intención electorera.
El tiempo dará la razón, cuando los ajustes que en
estos momentos se están realizando en el transporte público, empiecen a dar
resultados, porque realmente quienes están viendo los cambios son los humildes
ciudadanos de a pies, quienes en estos cinco años han visto mayores beneficios
que nunca habían recibido en los 20 años
de gobierno anteriores.
Por eso causa mucha risa que quienes aparecen en estos
medios de comunicación amarillistas, sean potentados empresarios que nunca han
abordado un bus y por su afán de aspirar a gobernar prefieren por medio de la
desinformación atacar a un transporte público que forma parte de un sistema de
modernización que en los próximos meses veremos los resultados positivos para
la población.
Jaime Arrocha - Abogado