Antonia Morán, de 38 años, llegó a la terminal de Albrook y no salía del asombro desde que pasó el largo puente de las Américas.
Se trataba de una mañana de paseo que le ofreció el Club de Leones de Capira, junto a sus tres tres hijos.
Era la primera vez que Antonia y sus pequeños visitaban la capital. Salir de su pueblo natal Cirí Grande, en el norte del distrito de Capira, les obligó a levantarse a las 5:00 a.m. para llegar a las 10:00 a.m. a la ciudad de Panamá.
Al descender del autobús, dos de los hijos de Antonia caminaban como escoltas a su lado. El tercero era cargado por la mujer debido a que aún no aprendía a caminar. Entre el bullicio se escuchaba: “Mira eso mamá se parece a las figuritas que tienen los libros”.
El rostro de los pequeños denotaba felicidad, y Antonia también trataba de disfrutar el paseo. Por momentos trataba de calmarlos diciendo: “Quédense quietos, chiquillos de Dios”.
Su asombro aumentó cuando vieron un simulador del Metro de Panamá y pudieron ingresar a uno de los vagones para conocer las ventajas de este moderno sistema de transporte.
Caminaron de un lado al otro, se sentaron y palpaban para asegurarse que no era un montaje. Luego, se acercó un guía que captó su atención diciéndoles que serán “19 trenes, cada uno compuesto de tres vagones donde podrán viajar hasta 200 personas por cubículo”.
Esto generó risas de los niños, pues manifestaban que en un solo vagón cabía toda la comunidad de El Hatillo, un pueblo capireño donde residen 186 personas, 103 hombres y 83 mujeres. Eso según el censo de 2010 de la Contraloría General de la República (CGR).
“Por suerte allá con los caballos no tenemos tranques ni nada de eso. Ya estamos acostumbrados a caminar”, expresó Carlos, de 10 años.
Ante este comentario, el guía interrumpió diciendo que para construir el Metro muchas personas se han visto afectadas por el congestionamiento vehicular.
Sin embargo, cuando el sistema empiece a funcionar irá sobre su propio carril y se estima que de Albrook a Los Andes, a una distancia de 14 kilómetros, el recorrido le tomará 23 minutos. El sistema operará con trenes de tres vagones cada uno que transportarán 15 mil pasajeros por hora en cada dirección y con intervalos de tres minutos y medio en horas pico.
Mientras tanto, José, de 12 años compartió que en su comunidad aún viajan en las conocidas “chivas gallineras” y que el pasaje es de $8 hasta El Espino, en La Chorrera.
Antonia y sus tres hijos salieron satisfechos al conocer del proyecto y que será inaugurado el próximo año.
Mientras tanto, Carlos y José dijeron que ya conocen una infraestructura moderna, y que podrán decir en la escuela que el Metro de Panamá tiene cinco estaciones elevadas como cinco son los dedos de la mano, y que siete son los días de la semana y las estaciones subterráneas.
La esperanza de estos niños es leer más sobre la nueva red ferroviaria en los libros que llegan a su escuela. El censo de 2010 indica que en esta comunidad nadie tiene televisión y solo 38 familias cuentan con un radio.
