En Curundú, desde ayer la Policía Nacional (PN) puso a funcionar la Unidad Preventiva Comunitaria (UPC).
Este corregimiento, que por 19 años estuvo custodiado por la Unidad de Control de Multitudes, ayer pasó al mando de la UPC, grupo conformado por 160 policías que fueron capacitados en la prevención y mediación de conflictos comunitarios.
Con este modelo —aplicado en Río de Janeiro, en Brasil—, la PN busca disminuir los índices de violencia en los barrios populares trabajando con la comunidad, según informó ayer el director de esta institución, Julio Moltó.
Garantizar la asistencia de los niños a las escuelas primarias, reducir la deserción en el nivel secundario y promover el deporte y la cultura serán las tareas de este grupo, que fue capacitado por la Policía Pacificadora de Brasil, mediante un convenio de cooperación institucional.
De acuerdo con Moltó, en comunidades del distrito de San Miguelito, El Chorrillo y la provincia de Colón también se pondrá en marcha la UPC, pues, según las estadísticas, son los sitios con altos índices de hechos violentos.
Reymundo Barroso, jefe de la Policía Comunitaria de Curundú, aseguró que en este corregimiento los delitos han disminuido en el 80%.
CAPACITACIÓN
La conformación de la UPC estuvo a cargo de la Policía Pacificadora de Río de Janeiro, que desde agosto inició un proceso de capacitación a la PN.
El coronel Rogério Seabra, jefe de Unidades de Policías Pacificadoras de Brasil, explicó que el funcionamiento de este modelo depende de un acercamiento estrecho con los niños y adolecentes, así como la aplicación efectiva de la educación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario