El presidente de la República, Ricardo Martinelli, pidió perdón en nombre del Gobierno, por lo que consideró ‘un genocidio’ causado por el envenenamiento masivo con dietilenglicol, que afectó a pacientes de la Caja del Seguro Social (CSS).
A su vez, el director de la CSS, Guillermo Sáez-Llorens, aseguró que algunos de los afectados se dejan manejar por los intereses políticos de sus dirigentes para realizar protestas y cieres de calle.
Las declaraciones de ambos funcionarios se dieron durante el inicio de la construcción de la nueva sala de hemodiálisis en el hospital Regional Rafael Hernández, en David; una obra estimada en $126 millones.
‘Lamento el genocidio que sucedió en el gobierno pasado, donde murieron muchos panameños por el dietilenglicol, y muchos de ellos tendrán que utilizar estas nuevas instalaciones, porque ese es el efecto de este veneno’, dijo Martinelli.
Sáez-Llorens aseguró que se ha brindado atención a los afectados con la creación del Centro de Toxicología, que atiende alrededor de mil 300 citas al mes, mejoras en la atención en todas las unidades ejecutoras y la propuesta de la pensión vitalicia que está en la Asamblea en espera de su discusión, una vez se inicien las sesiones parlamentarias.
En varias oportunidades, los familiares y pacientes afectados por el dietilenglicol han mostrado su molestia y decepción por la supuesta falta de respuestas concretas de las autoridades de Gobierno y de la CSS.
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