PANAMÁ. Entender por qué fracasaron los intentos de fraguar una alianza de oposición es entrar en un mundo complejo, de percepciones aún al más alto nivel, y de egos políticos frivolísimos. Juan Carlos Varela y Juan Carlos Navarro reconocieron el jueves que no llegaron a un acuerdo para unificar sus candidaturas, hazaña que un grupo de independientes antigobierno pretendía desde hace más de una semana.
Nadie sabe con certeza las razones del traspié. Navarro y Varela llegaron a Punta Barco a las 9:00 a. m. para reunirse por primera vez cara a cara. Sus asesores y amigos en común llevaban diez días haciéndolo. Estaban en pleno cortejo político y los síntomas parecían positivos.
Los presidenciables de dos partidos históricamente adversos conversaron por una hora y media sobre un documento de 17 puntos, redactado por Roberto Eisenmann, Alvin Weeden y Mario Galindo. En él hablan del ‘pacto Nueva República’.
Hasta las 10:30 a. m. todo estaba bien. ‘Los informes hasta ese momento eran muy positivos’, reconoció Eisenmann. Navarro volvió a la ciudad, a la sede del PRD en Río Abajo, y se reunió con el Comité Ejecutivo Nacional y asesores de su colectivo, que le recomendaron un no a la alianza.
‘Esto es como si le ofrecieran un negocio en el que usted pone el 80% del capital, y el que pone el 20% le pide ser el presidente de la empresa’, retrató el diputado y vicepresidente del PRD Leandro Ávila.
El panameñismo, en cambio, decidió que Varela debía ir a la cabeza siempre, por su incapacidad constitucional de postularse de nuevo a la Vicepresidencia, y por su tendencia a crecer en las encuestas, escenario contrario en Navarro.
‘Ambos creen que pueden remontarse al otro’, sostuvo, en cambio, Weeden, refiriéndose al estrecho margen de diferencia que las encuestas ponen entre ambos.
El analista Renato Pereira lo secunda: ‘esto los lleva a poder tener posibilidades de alzarse y ser el candidato de la oposición. Esta elección va a ser muy competitiva. Hicieron bien’.
‘Se van a ir al barranco’, matiza el investigador de mercado Jaime Porcell.
LO QUE VIENE
Ahora todos temen que Navarro y Varela emprendan una cruzada de ataques entre sí, que favorezca, en el fondo, al candidato oficialista José Domingo Arias. Ayer mismo, figuras comunes en ellos se habrían comprometido a bajarles el ánimo de ataques mutuos.
Weeden pronosticó que el gobierno buscaría mantener viva la pelea entre los opositores para evitar que repunten. Luis Eduardo Camacho, vocero presidencial, cuestionó el intento de alianza. ‘Negociaban un arreglo de diez años’.
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