El presidente Ricardo Martinelli no pudo contener las lágrimas ayer durante el acto de entrega de los primeros cheques de pensión vitalicia a los afectados y familiares de víctimas del envenenamiento masivo con el dietilenglicol.
Martinelli, evidentemente conmovido tras ver a la cantidad de personas, todos con distintas secuelas del envenenamiento, pidió disculpas por lo sucedido.
“No tengo palabras para decirles a ustedes lo que yo les voy a decir… y se los digo con el corazón y el alma partidos… nada de lo que hagamos justificará la pérdida de una vida humana… El gobierno anterior no les pudo resolver, ni siquiera pudo dar la cara para decirles lo que yo les voy a decir ahora: Les quiero pedir disculpas”, señaló.
Recordó además el incidente en el que agentes del Servicio de Protección Institucional (SPI) agredieron a varios pacientes que protestaban en la Presidencia, pidiendo al gobierno de ese entonces respuestas ante lo ocurrido.
El ministro de Desarrollo Social, Guillermo Ferrufino, tuvo que consolar al mandatario.
En esta primera entrega se benefició a 104 personas que recibieron cheques retroactivos a enero de 2013, sumando 6,600 dólares cada cheque.
El ministro de Salud, Javier Díaz, indicó que el Decreto que reglamenta la pensión estipula su revisión cada dos años. Asimismo se irán agregando más beneficiarios a medida que presenten ante el Centro de Toxicología los documentos que certifican que fueron afectados por el jarabe envenenado.
El director de la Caja de Seguro Social, Guillermo Sáez Llorens, sugirió que para mayor agilidad y accesibilidad en los pagos, los beneficiarios deberán suscribirse al sistema de pago por ACH (Tarjeta Clave).
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