Tras el revuelo y la polémica en torno a comicios de El Bebedero que conllevaron a una denuncia opositora, una audiencia y posterior anulación de los comicios que había ganado la maestra Nidia Cureña, ahora el candidato del Partido Revolucionario Democrático (PRD), optó por no participar en las nuevas elecciones fijadas para el 28 de octubre.
La excusa fue algo pobre para optar por la no participación en el nuevo ejercicio electoral. Todo indica que hubo temor a una nueva derrota en las urnas por mayor diferencia que la registrada en el torneo de diciembre de 2011.
Los partidos políticos deben actuar con mayor responsabilidad. La elección de diciembre de 2011 y luego todo el proceso de investigación de la denuncia por presunta compra de votos y el posterior juicio generaron gastos, para que ahora se opte por la salida de fácil de abstenerse de participar.
En El Bebedero se puso en práctica el llamado voto electrónico, donde el uso de cada computadora tiene un costo estimado de 2,000 dólares, a lo que hay que sumarle el viático de una veintena de funcionarios del Tribunal Electoral, la logística, combustible y otros gastos propios de una elección.
Como bien dijo un propio magistrado: El Bebedero fue una especie de laboratorio donde se ensayó de todo: voto electrónico, denuncia, anulación de elecciones, convocatoria a nuevos comicios y ahora se desiste de la participación. Sin duda que todo esto deja un sabor amargo y pone en duda la seriedad de las verdaderas intenciones de los políticos cuando presentan sus denuncias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario