Ayer concluyó la octava Cataratón que organizó la Fundación Pro Visión en el Centro de Cirugía Ocular.
La actividad, que se realiza todos los años, beneficia a un centenar de personas mayores de 50 años y de escasos recursos.
El oftalmólogo Rubén Orillac planteó que vivir en un país tropical tiene sus consecuencias que inciden en la aparición de la ceguera temporal por exponerse mucho tiempo al sol sin la protección correspondiente de la vista.
A través del proyecto se ha logrado beneficiar a 700 personas que son escogidas por trabajadores sociales de la Alcaldía de Panamá.
Cada operación le toma a los especialistas de 20 a 25 minutos, cuyo valor comercial en los centros privados es de 2 mil 500 dólares por ojo.
Sobre los tipos de cataratas se menciona la congénita, que heredan los recién nacidos; la catarata traumática, y la más común, la asociada a la edad, aumentando en forma importante su presencia luego de los 60 años.
Los médicos recomiendan a estas edades la atención oportuna.
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