Interpol abrió en Panamá la primer oficina en un aeropuerto centroamericano para fortalecer la seguridad en la región y contrarrestar el crimen organizado.
Las nuevas oficinas de la Interpol en el Aeropuerto Internacional de Tocumen, que expandirán la oficina central del organismo que opera en la Policía Nacional, permitirán que "de manera expedita se pueda verificar aquellas personas (pasajeros) que están siendo requeridas o que mantengan algún antecedente en otros países o que puedan representar un peligro para la estabilidad nuestra", dijo la capitana Gloria Silva, jefa de la Oficina Nacional de la Interpol en Panamá.
La nueva sede forma parte de un proyecto financiado por el departamento de Estado de los Estados Unidos con el objetivo de fortalecer la seguridad en las fronteras de Centroamérica, informó Silva. Panamá es el eje del proyecto y el primero país en la región en inaugurar la oficina en una terminal aérea, en la cual se invirtieron unos 250.000 dólares para su equipamiento.
Panamá es un punto importante en la lucha contra el narcotráfico, blanqueo de capitales, contrabando y otros delitos del crimen organizado, lo cual se refleja en los reportes de la entidad que en lo que va del 2012 capturó y extraditó a 19 personas acusadas de haber cometido delitos en el extranjero.
La inauguración contó con la presencia del presidente de la Interpol Khoo Boon Hui y las autoridades de Seguridad Pública y de Policía Nacional.
Khoo participa en una conferencia sobre el combate a los delitos relacionados a la falsificación de marcas y productos que se desarrolla en el país, en donde medio millar de representantes policiales de 58 países promueven actuar colectivamente para perseguir a quienes atentan contra los derechos de propiedad intelectual.
Durante la inauguración de la conferencia, el presidente de la Interpol informó ante los delegados que en el 2012 se han realizado con el apoyo de la organización policial mundial cinco operaciones internacionales en Africa, Europa Central y América Central, que han dado como resultado el decomiso de productos falsificados, pirateados e ilícitos por valor de unos 199 millones de dólares (155 millones de euros), así como la detención de 1.700 personas. "Estas operaciones ilustran nuestra capacidad de actuación y los buenos resultados que hemos obtenido durante este año, pero también revelan la amplitud y diversidad geográfica de los problemas a los que nos enfrentamos", apuntó.
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