Hace mucho pero mucho tiempo, existió un chacharero o charlatán de los que nunca faltan, cuyo único trabajo era ir de ciudad en ciudad ofreciendo remedios milagrosos. Una de sus especialidades era que podía hacer hablar a cualquier animal, y hacer orador a cualquier gago.
La fama del chacharero había llegado hasta los oídos de un rey que quedó admirado de todos los prodigios que podía hacer, y hasta pensó en que le podía resolver su problema. El caso era que el rey tenía un rocín (caballo de mala raza) al que quería mucho; y como el chacharero decía que hacía hablar a cualquier animal, mandó a llamarlo.
Cuando el chacharero llegó ante el rey, este le preguntó si podía hacer hablar al rocín, a lo que aquel le contestó que no solo lo hacía hablar, sino que lo convertiría en un gran orador.
El rey maravillado le propuso que le daba un plazo de diez años para que le enseñara a hablar al rocín, y a cambio se podía mudar con su familia al palacio y vivir como un rey. Pero si cumplido el plazo, el rocín no hablaba, entonces lo mandaría a ahorcar.
Cerraron el trato y se fue corriendo a su casa, y le contó a su mujer el acuerdo al que había llegado con el rey. Entonces, la mujer le dijo que estaba loco, porque sabía que no podía hacer hablar al rocín, a lo que él le dijo: “Mujer, no seas tonta, diez años es mucho tiempo, en el cual pueden pasar muchas cosas. Me puedo morir yo, se puede morir el rey o se puede morir el rocín. Pero mientras tanto, viviremos como reyes en el palacio”.
La moraleja es que la gente no tiene reparos en prometer lo que no puede cumplir. Y este es el caso de los candidatos presidenciales de los partidos de oposición, que están en una franca competencia de quién hace más promesas imposibles de cumplir, con tal de conseguir votos. En cuanto a Juan Carlos Varela, promete revivir la Oficina de Regulación de Precios para bajar la canasta básica, lo que es a todas luces imposible por las implicaciones comerciales, legales e incumplimiento de Convenios Internacionales ratificados por Panamá.
Juan Carlos Navarro promete implementar la cadena perpetua en contra de los menores que delinquen, y por esta brillante idea lo están cuestionando varias organizaciones. Curiosamente, en sus diez años en la Alcaldía no hizo una sola obra de importancia, pero ahora tiene 350 propuestas para resolver todos los problemas. Pero los panameños ya no se dejan engañar de los chachareros que solo les interesa ganar las elecciones y después se olvidan de lo que prometieron.
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