Panamá, 14 Ene (elpais.cr) - Actos de corrupción en su desempeño como funcionario público y un expediente como evasor de impuestos, son algunas de las credenciales de Gerardo Solís, el escogido este domingo como candidato a la vicepresidencia por el opositor Partido Revolucionario Democrático (PRD), de Panamá.
Será el compañero de fórmula de Juan Carlos Navarro, candidato presidencial del mismo partido.
Detrás ha estado la mano del expresidente Ernesto Pérez Balladares (1994-1999) y la promesa de contribuir con $5 millones para tratar de reflotar una campaña que se encuentra en caída crítica en las encuestas.
La escogencia de Solís ha dejado mal sabor en las filas del PRD. También entre los independientes que aportaron 37,000 firmas para que se inscribiera como candidato presidencial de libre postulación, una figura nueva en las elecciones generales del 4 de mayo próximo en Panamá.
“Esa decisión ha sido un golpe mortal para los independientes”, fue la primera reacción de Juan Jované, un catedrático universitario que aspira a la candidatura presidencial independiente.
“Solís aceptó ser vicepresidente y esto lo que demuestra es que usó la figura de los independientes para beneficio propio”, dijo Jované.
Solís se proclamó independiente e inscribió su candidatura presidencial con el respaldo principalmente de los jóvenes que ahora se sienten defraudados.
Con esa decisión perderá la confianza de quienes aportaron su firma para catapultarlo como candidato independiente, no para que se aliara con un partido político, opinaron analistas políticos.
“Los candidatos independientes deben caracterizarse por su integridad. Lo cierto es que nada garantiza que sean endosadas las 37,000 firmas a la candidatura de Navarro”, indicó el analista político Ernesto Cedeño.
Solís había dicho que “para ganar una elección, no necesitamos un partido político. Lo que se necesita es dinero, movilizar personas para el día de la votación y cuidar el voto”.
Pero cambió su discurso y el domingo dijo que “los independientes no podemos pelear solos, necesitamos de los partidos”.
“Era un independiente indeciso”, reveló en su discurso de aceptación de la designación, demostrando que no había dejado atrás su vieja militancia en el PRD, en cuyos gobiernos anteriores ocupó importantes cargos.
“Aquí en el PRD me siento bien, me siento a gusto, porque sé que estamos hechos de la misma madera”, dijo el exmagistrado del Tribunal Electoral, puesto que ocupó durante seis años.
Medios de prensa panameños ven la escogencia de Solís como una imposición del expresidente Ernesto Pérez Balladares (1994-1999) a quien se le considera como su padrino político y con quien ocupó la dirección del Fondo de Emergencia Social (FES), el Ministerio de Vivienda y en forma interina el Ministerio de Educación.
El exmandatario también es responsable de que Navarro se inscribiera en el PRD y ocupara por 10 años la Alcaldía del Municipio de Panamá, de la que salió con numerosas denuncias de corrupción en el uso de fondos públicos.
Con Pérez Valladares, Solís logró la designación como fiscal electoral, lo que le valió para ser después magistrado del Tribunal Electoral. Antes había sido asesor legal de la Zona Libre de Colón y del Ministerio de la Presidencia de Panamá.
Fuentes de la campaña de Navarro señalaron que para imponer a Solís, Pérez Balladares y empresarios vinculados a la oposición prometieron $5 millones para respaldar su campaña, con el objetivo de tratar de cerrar la brecha que lo separa del otro candidato opositor, Juan Carlos Varela. Tanto Navarro como Varela están detrás en las encuestas en relación con el candidato oficialista José Domingo Arias.
Al dejar el Ministerio de Vivienda en 1999, su sucesor se encontró con una abultada planilla de asesores que le costaban $256,000 mensuales al Estado.
El ex Contralor General de la República, Alvin Weeden, citado por el diario Panamá América, acusó a Solís de actos de corrupción durante su desempeño al frente del FES. Para tratar de ocultarlo Solís reconoció haber quemado documentos públicos y facturas que correspondían al uso de partidas discrecionales que manejaba como director del FES, bajo las órdenes de Pérez Balladares.
También ha sido señalado como evasor de impuestos catastrales al no declarar una lujosa residencia de playa en el litoral Pacífico que fue evaluada en $2.5 millones, mientras que mantiene un valor ante el Registro Público de Panamá de solo $400.
No hay comentarios:
Publicar un comentario