El presidente de la República, Ricardo Martinelli, se encuentra entre los cinco gobernantes más populares del mundo, no solo por su personalidad espontánea, sino porque las acciones de su gestión han trascendido nuestras fronteras.
Esto coincide con el apoyo que le da a su trabajo el pueblo panameño que no hace caso de los esfuerzos y artimañas de los partidos y medios de prensa de oposición por desacreditarlo a él y a su gobierno.
El nivel de aceptación del mandatario se ha mantenido a lo largo de los años, a pesar de que las encuestas de los grupos opositores son precedidas por campañas sucias para tratar de disminuir los niveles de su popularidad.
Los panameños han dejado de creer las historias de la clase política tradicional y de los medios de la dictadura mediática que no han podido esconder con sus mentiras, las obras sociales y de infraestructura que han cambiado al país.
Por eso, de nada ha servido al diario de la mentira y su grupo utilizar historias descabelladas para atacar al gobierno del cambio, porque el pueblo es sensato y se niega a vivir como antes del 2009.
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