lunes, 25 de febrero de 2013

Hoy inicia el año escolar, en medio de diferentes retos



Unos 800 mil estudiantes de escuelas oficiales y particulares retornan hoy a clases. Una semana antes lo hicieron 45 mil docentes que el Ministerio de Educación (Meduca) contrató para que sean los arquitectos académicos del grupo de estudiantes que promete ser el resultado de una serie de innovaciones que se aplican en el sistema desde 2010.
La conferencia de prensa, presidida ayer por la titular del Meduca, Lucy Molinar, en la que informaría sobre los proyectos y retos previstos para este año escolar, sirvió para anunciar la muerte del esposo de una docente y las heridas de gravedad que sufrieron tres educadores en un accidente de tránsito en San Félix, provincia de Chiriquí.
Molinar explicó que el auto pick-up en que viajaban se volcó a la altura de Quebrada Pita y que los heridos fueron trasladados al hospital de David.
En materia educativa, Molinar consideró como herramienta fundamental para lograr cambios drásticos en la educación, que se continúe con la transformación curricular en 115 centros, cambios en la enseñanza de la historia de Panamá, aplicación de la tecnología en el aula para atraer a los estudiantes y evitar las deserciones, innovar en los centros de formación integral con docentes especializados y horarios extendidos.
Este último proyecto que Molinar aplica en las postrimerías de su administración sienta las bases de un nuevo modelo de educación pública. Será un grupo experimental de dos mil 500 estudiantes el que se encargará de dar testimonio de las innovaciones.
El desafío no solo va dirigido al grupo de docentes que se resiste a los cambios. También decidió irse de frente en contra de los facinerosos, para garantizar que el esfuerzo e inversión de mil cinco millones de dólares (presupuesto 2013) no se quede en el camino. En las desprotegidas escuelas se redobló el sistema de custodia a través de cámaras de videovigilancia, para evitar que los cables de cobre, computadoras, materiales de construcción, cucharones y pailas de los comedores escolares sean robados.
Ahora, hay ojos electrónicos que vigilan lo que ocurre en cada pasillo y rincón del plantel educativo, las 24 horas del día, y eso ha incidido en la disminución de los robos y hurtos.
Estadísticas del Ministerio de Educación revelan que en el año 2010 se dieron 139 casos de hurtos y robos en los centros educativos de todo el país.
Cuando en el año 2011 se comenzó a implementar los primeros sistemas de alarmas y videovigilancia, las cifras disminuyeron a 109 casos, y la tendencia a la baja continuó el año pasado con tan solo 72 casos a nivel nacional.
Se tiene previsto que este año 2013 las cifras de hurtos y robos disminuyan aún más. En 2012 unos 36 planteles a nivel nacional estaban equipados con la nueva tecnología de seguridad y para este año se han sumado 38 colegios más.
Solo en estas 38 nuevas escuelas hay unas 608 cámaras de videovigilancia instaladas con enlace remoto a la Policía Nacional y el Meduca.
Los centros educativos que cuentan con esta tecnología están dispersos en comunidades de las provincias de Chiriquí, Bocas del Toro, Veraguas, Herrera, Los Santos y Panamá.
Entre los criterios que se toman en cuenta para la instalación de cámaras y alarmas son la población del colegio e incidencia de hurtos, pues había escuelas que todas las semanas eran presa de los antisociales.
Sin embargo, el Meduca no ha dejado todo en manos de la tecnología y también ha apostado al recurso humano de los celadores e inspectores.
Antonio Canate, jefe de seguridad del Meduca, explicó que en años anteriores el celador era una mera “figura decorativa” que muchas veces no cumplía con su horario de trabajo o no era apoyado por las comunidades.
Ahora, detalló que lo primero que hace el Meduca es acercarse a la comunidad y buscar entre ella a las personas que puedan cuidar las escuelas, a fin de buscar un sentido de compromiso.
“Antes se manejaba de forma incorrecta, se llevaba gente a cuidar escuelas que no conocían la idiosincrasia de las comunidades, y muchas veces la gente los rechazaba”, explicó el funcionario.
Detalló que eso les ha permitido emplear personas de las mismas comunidades, las cuales son capacitadas y nombradas por el Meduca. Eso ha permitido que nazca un sentido de pertenencia de las comunidades con sus colegios, y que contribuyan a salvaguardar dichas instalaciones.
El principal objetivo de los antisociales en los colegios son los salones de cómputo, de los que sustraen computadoras, impresoras, cableados, “modems” y demás dispositivos. Por lo general, las escuelas tienen entre uno y cuatro salones de cómputo, y cada uno de ellos cuenta con unas 40 computadoras.
“Los hurtos eran frecuentes; cada fin de semana se metían en las escuelas y las desvalijaban; hoy día tenemos las herramientas para dar con los ladrones, y ellos, al saber que van a ser capturados, han cambiado la mentalidad y piensan más antes de meterse en una escuela a robar”, detalló Canate.
Legislación
El artículo 214 del Código Penal establece una pena de 5 a 10 años de prisión para quienes cometan hurto en oficinas, centros educativos, archivos o establecimientos públicos, sobre cosas que se mantienen allí, o cuando se cometa en cualquier lugar, pero que estén destinadas al uso público, o se cometa en una iglesia o templo religioso.

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