CATALINO ROSAS - La persecución indistinta contra sus colaboradores y detractores internos ha sido la nota característica de la actual dirigencia panameñista, que ha visto mermada su capacidad de sumar dirigentes nacionales que puedan contribuir al crecimiento del colectivo, luego que varios de sus miembros más importantes y líderes de bases tomaran la decisión de emigrar a otras organizaciones políticas porque no soportaron las constantes humillaciones y agresiones de este pseudo cabecilla.
La división interna ha llegado a tal punto que, incluso, ya hay movimientos de recolección de firmas para llamar a una nueva convención extraordinaria y cambiar la actual dirigencia que, para la mayoría de los panameñistas, ha procedido contrario a los postulados del partido, olvidándose de sus bases.
El varelismo ha reemplazado por completo al panameñismo por lo que, tanto directivos como miembros de este partido con más de 80 años de historia, coinciden en que con la actual directiva es probable que no sobrevivan a las próximas elecciones ya que, cuando el partido Panameñista ha estado en el gobierno ha sido con la ayuda de sus aliados tradicionales como el partido Molirena, contra quienes también han lanzado una campaña de insultos y descrédito.
Ataques constantes contra todos, discursos sin sentido, ambigüedades políticas, pobreza de lenguaje, gestos iracundos, son algunas de las características de los mensajes que envían al país a través de los medios de comunicación estos personajes que pretenden obediencia ciega de sus correligionarios, cual si fuera un ritual practicado por los miembros del Opus Dei.
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