El Día de los Mártires fue un movimiento popular ocurrido en Panamá el jueves 9 de enero de 1964, y cuyo objetivo era reclamar la presencia e izada de la bandera panameña en el territorio conocido como la Zona del Canal, una franja de tierra alrededor del Canal de Panamá, que fue cedido a Estados Unidos a perpetuidad mediante el Tratado Hay-Bunau Varilla. Este suceso fue el detonante para que se aboliera dicho tratado y entrara en funcionamiento los Tratados Torrijos-Carter.
Antecedentes
Mediante el Tratado Hay-Bunau Varilla en noviembre de 1903,
en el artículo II expresaba que concedía a perpetuidad a los Estados Unidos la
Zona del Canal, una franja de 5 millas de largo de cada lado del Canal de
Panamá. Esto dentro de la población panameña generó un grado de insatisfacción
al existir un territorio ocupado por los estadounidenses y dividiendo al país
físicamente en dos partes.
En las décadas siguientes, se firmaron nuevos tratados
respecto del Canal, que en cierto modo flexibilizaban el tratado Hay-Bunau
Varilla; sin embargo no abrogaban dicho tratado, que aún mantenía ese punto
sensible en el tapete. Sin embargo, el rechazo del Convenio Filós-Hines en 1947
por parte del pueblo panameño, indicaba que ya la sociedad estaba reclamando
enérgicamente que su gobierno reclamara la soberanía sobre dicha Zona.
Durante la década de 1950 algunas organizaciones dirigidas
por estudiantes de secundaria y universitarios, realizaron protestas pacíficas
y simbólicas para el reclamo panameño de la Zona del Canal. Así, el 2 de mayo
de 1958, un grupo de estudiantes universitarios dirigidos por Carlos Arellano
Lenox y Ricardo Ríos organizaron la "Operación Siembra de Banderas",
y que consistió en sembrar 75 banderas panameñas dentro de la Zona del Canal,
en demanda de la revisión de los tratados canaleros.
Posteriormente, el 3 de noviembre de 1959 se realizó la
"Operación Soberanía", liderizada por el diputado Aquilino Boyd y el
Dr. Ernesto Castillero, en la que el pueblo panameño era invitado de manera
pacífica a ingresar a la Zona del Canal portando la bandera panameña como un
acto de reafirmación de soberanía panameña. Al principio la protesta fue
pacífica, pero cuando el gobierno de la Zona ordenó prohibir la entrada de
manifestantes, se produjo una violenta represión y hasta la vejación de una
bandera panameña de parte de los policías estadounidenses. Esto alteró los
ánimos de los panameños, al punto de que se tuvo que movilizar un destacamento
del ejército estadounidense.
En diciembre de 1959, el presidente estadounidense Dwight
Eisenhower reconoció que la bandera panameña debía ser izada junto con la
bandera estadounidense, y se iniciaron así negociaciones que se consumaron en
el Acuerdo Chiari-Kennedy de 1963, que dieron más libertades sociales y económicas
a los panameños dentro de la Zona del Canal. También con este acuerdo se creó
una comisión bipartita que resolvería el asunto de la bandera.
Sin embargo, el 7 de enero de 1963 esta comisión sugirió que
la bandera panameña fuera izada junto con la norteamericana en los lugares
civiles dentro de la Zona del Canal; quedarían excluidas las bases militares y
las naves que cruzaban el Canal. Esta decisión no agradó ni a estadounidenses
ni panameños.
El 30 de diciembre de ese mismo año, el gobernador de la Zona
del Canal Robert Fleming, anunció que la bandera panameña sería izada junto con
la estadounidense en ciertos sitios de la Zona a partir del 1 de enero de 1964,
y añadió que la bandera estadounidense no sería izada en las escuelas
exclusivas para los estadounidenses.
Sin embargo, dicha decisión fue ignorada dentro de la Zona
del Canal. El 3 de enero, el policía zoneíta Carlton Bell izó la bandera
estadounidense sin acompañar la bandera panameña frente al monumento de los
Héroes de Guerra en Gamboa, considerado un sitio civil; el 7 de enero, los
estudiantes estadounidenses de la Escuela Superior de Balboa, izaron la bandera
de los Estados Unidos frente al plantel, sin acompañar la bandera panameña, y
se rebelan ante las autoridades zoneítas.
Ya del lado panameño, varios estudiantes estaban
preparándose para reclamar la soberanía de la Zona del Canal, izando la bandera
panameña dentro de la Escuela Superior de Balboa.
Los hechos del 9 de enero
A pesar que se esperaba una respuesta de los panameños por
la izada de la bandera estadounidense en Balboa, la magnitud de la crisis tomó
a la mayoría de los estadounidenses por sorpresa. Varios años después, Lyndon
Johnson escribiría en sus memorias que "Cuando escuché sobre la acción de los estudiantes [zoneitas
en Balboa] estuve seguro que tendríamos problemas".
Las noticias de las acciones en la Secundaria de Balboa
alcanzaron a los estudiantes del Instituto Nacional, la secundaria más
prestigiosa de Panamá en esa época. Liderados por Guillermo Guevara Paz, un
joven de 17 años, entre 150 y 200 estudiantes del Instituto marcharon en
dirección a la Secundaria de Balboa, cargando la bandera panameña de su escuela
y pancartas proclamando la soberanía de Panamá sobre la Zona del Canal. Antes
de iniciar su marcha, informaron al director del Instituto y a las autoridades
de la Zona. Su intención era izar la bandera panameña en el asta de la
Secundaria de Balboa, donde los estadounidenses habían izado la suya.
En la Secundaria de Balboa, los estudiantes panameños fueron
recibidos por la policía de la Zona y por una multitud de estudiantes y
adultos. Luego de negociaciones entre los estudiantes panameños y la policía,
se le permitió a un pequeño grupo acercarse al asta, mientras que la policía
mantenía a la multitud alejada.
Media docena de estudiantes panameños, cargando su bandera,
se acercaron al asta. Pero los habitantes de la Zona rodearon el asta, cantaron
el himno de Estados Unidos y rechazaron el trato entre la policía y los
estudiantes panameños, lo que inició un tumulto. Los panameños fueron
rechazados por los civiles de la Zona, que fueron respaldados por la policía.
En el curso de la discusión la bandera panameña resultó rota
en pedazos. Se trataba de una bandera con significancia histórica, ya que los
estudiantes del Instituto Nacional la habían cargado en 1947, durante
demostraciones contra el tratado Filós-Hines y en demanda de la retirada de las
bases estadounidenses.nota 1
La información sobre cómo se rompió la bandera resultó
controversial: el capitán Gaddis Wall, que estaba a cargo de la policía en el
lugar de los hechos, negó cualquier culpa de parte de los estadounidenses, y
afirmó que los estudiantes panameños se tropezaron y accidentalmente rompieron
su propia bandera. David White, un aprendiz de técnico de teléfonos de la
Compañía del Canal de Panamá, refirió que
"...la policía agarró a los estudiantes, que eran
cuatro o cinco, bajo los hombros en sus axilas y los llevaron hacia delante.
Uno de los estudiantes se tropezó y creo que cuando se cayó la vieja bandera se
rompió".
Uno de los estudiantes panameños que llevaba la bandera,
Eligio Carranza, dijo que
"...empezaron a empujarnos y a tratar de quitarnos la
bandera, mientras nos insultaban. Un policía levantó su tolete, el cual rajó
nuestra bandera. El capitán trató de sacarnos y llevarnos donde estaban los
otros estudiantes panameños. En el camino a través de la multitud, muchas manos
halaron y rompieron nuestra bandera".
Se inicia la violencia
A medida que las noticias del rompimiento de la bandera se
dispersaban en la población, multitudes enojadas se fueron acercando a la
frontera entre la Ciudad de Panamá y la Zona del Canal. En varias
oportunidades, los manifestantes entraron a la Zona, sembrando banderas
panameñas, siendo repelidas con gas lacrimógeno lanzado por la policía de la
Zona. La multitud, enardecida, comenzó a lanzar piedras, que causaron heridas
leves a varios de los oficiales de policía. La policía respondió disparando a
la multitud.
Las autoridades de la Zona del Canal pidieron a la Guardia
Nacional —que hacía tanto las veces de Policía como de Fuerzas Armadas de
Panamá— que suprimieran los disturbios, pero la Guardia se mantuvo alejada de
los incidentes.
Mientras, los protestantes empezaron a romper la cerca que
separaba la Zona del Canal de la República de Panamá. Tras sucesivas andanadas
de gases lacrimógenos, la policía de la Zona comenzó a disparar sobre quienes
empujaban o rompían la cerca.
Las multitudes panameñas crecían a medida que se acercaba la
noche, y para las 8 p.m., unos 80 a 85 policías de la Zona del Canal
enfrentaban al menos 5000 protestantes. Algunos estimaciones llegan a mencionar
hasta 30 000 o más manifestantes. Cuando el vice gobernador de la Zona se
acercó a ver lo que pasaba, los protestantes tiraron piedras a su automóvil.
La confrontación no se limitó al área de la ciudad de
Panamá: las noticias de los enfrentamientos se regaron con rapidez por radio,
televisión y llamadas telefónicas privadas, y viajaron 50 millas de la costa
Pacífica de Panamá hasta la costa Atlántica. La segunda ciudad del país, Colón,
que colindaba con la ciudad Cristóbal, vio surgir disturbios unas pocas horas
luego del inicio de las hostilidades en el lado Pacífico, donde luchas intensas
continuarían durante los próximos 2 días. A diferencia de la ciudad de Panamá,
las autoridades panameñas en Colón hicieron intentos al inicio de separar a los
combatientes.
Algunos incidentes sucedieron en otras ciudades de Panamá.
Sin duda, la imagen más famosa que existe de los eventos de este día es la de
dos estudiantes panameños en uniforme, trepando sobre la cerca en Ancón,
cargando una bandera panameña.
A pedido del vice gobernador, asumió la autoridad sobre la
Zona del Canal el General Andrew P. O'Meara, comandante del Comando Sur de
Estados Unidos. La Brigada de Infantería 193 fue desplegada alrededor de las
8:35 p.m., lo cual determinó el cese de los disturbios en la Zona.
Los hechos de violencia continuaron algunas horas en la
ciudad de Panamá: los negocios propiedad de estadounidenses fueron
incendidados, y el recién inaugurado edificio de Pan American Airlines —que, a
pesar de hospedar a una corporación estadounidense era propiedad de panameños—
fue completamente destruido. A la mañana siguiente fueron encontrados en los
escombros los cuerpos sin vida de 6 panameños, probablemente atrapados en el
edificio mientras saqueaban.
Las muertes
A medida que los disparos se hicieron comunes entre ambos
bandos, un cierto número de personas sufrió heridas por proyectil de arma de
fuego y murieron bajo circunstancias controversiales.
Ascanio Arosemena, un estudiante de 20 años, fue herido en
un ángulo por la espalda, a través del hombro y el tórax. Fue el primero de los
Mártires, como se les llamó a los muertos de esos días. De acuerdo a los
testimonios, Arosemena murió mientras ayudaba a evacuar protestantes heridos de
la zona de peligro. Los testigos parecen estar apoyados por una fotografía de
Arosemena ayudando a un compañero herido, que se dice fue tomada instantes
previos a que fuera herido.
El edificio donde todo empezó, la Secundaria de
Balboa, hoy lleva su nombre y es un Centro de Capacitación de la Autoridad del
Canal de Panamá. Igualmente una importante Avenida de la antigua Zona del Canal
lleva su nombre.
Una niña de 6 meses, Maritza Ávila Alabarca, murió con
problemas respiratorios mientras su vecindario era bombardeado con gas
lacrimógeno. Los Estados Unidos negaron que la muerte de la niña estuviera
ligada con el uso de gas lacrimógeno, sosteniendo la opinión de que no es un
agente letal. El 28 de septiembre de 2000, el profesor Uwe Heinrich publicó un
estudio para investigar el uso de gas lacrimógeno por el FBI en el complejo de
los Davidianos, en el que explicó que, si no se usan máscaras de gas y los
afectados están en un lugar confinado, "... hay una posibilidad de que la
exposición a gas lacrimógeno CS pueda significativamente contribuir, o incluso
causar efectos letales".
Varios recuentos panameños culpan de todas las muertes a los
estadounidenses, lo cual no parece enteramente acertado; por ejemplo, las
víctimas del fuego del edificio de Pan American Airlines no pueden ser atribuidas
a los estadounidenses. Adempas, los panameños dispararon también contra los
estadounidenses, y en algunos casos puede que hayan herido a compatriotas.
Por su parte, la versión oficial de la policía de la Zona
del Canal fue que la policía no disparó directamente a los manifestantes, sino
sobre sus cabezas o a sus pies, y que todos los panameños que murieron eran ya
sea saqueadores o víctimas de otros panameños. Esta versión fue desacreditada
por investigadores independientes, que encontraron que la policía disparó
directamente a las multitudes y mató a Arosemena y un número de otros
panameños. Los expertos de balística del DENI (Departamento Nacional de
Investigaciones) argumentaron que seis panameños fueron asesinados con balas de
calibre 0.38 calibre Smith and Wesson, los utilizados por la policía de la Zona
del Canal.
Un recuento definitivo de todas las muertes de esos días no
ha sido publicado y tal vez nunca lo sea.
A pesar que algunas fuentes panameñas dan nombres y números
diferentes, la lista de los mártires panameños puede encontrarse en el
monumento a los mártires en Colón (donde se encuentran los restos de los
mártires colonenses). Los 22 listados aquí incluyen a: Maritza Ávila Alabarca,
Ascanio Arosemena, Luis Bonilla, José Del Cid Cobos, Teófilo Belisario De La
Torre, Gonzalo A. France, Víctor M. Garibaldo, José Enrique Gil, Ezequiel
Meneses González, Víctor M. Iglesias, Rosa Elena Landecho, Carlos Renato Lara,
Evilio Lara, Gustavo Lara, Ricardo Murgas Villamonte, Alberto Nichols
Constance, Estanislao Orobio W., Jacinto Palacios Cobos, Ovidio L. Saldaña,
Rodolfo Sanchez Benítez, Alberto Oriol Tejada y Celestino Villareta.
La mayoría de los recuentos estadounidenses listan las bajas
de su lado en cuatro, a pesar que algunos varían entre 3 o 5. Los que murieron
peleando en el lado estadounidense incluyen a: Luis Jiménez Cruz, David Haupt,
Gerald St. Aubin y Michael W. Rowland. La mayoría de las heridas sufridas por
ciudadanos estadounidenses fueron causadas por rocas o botellas que les fueron
lanzadas.
Cuando terminó la pelea, los investigadores del DENI
encontraron más de 600 balas incrustadas en el edificio de la Asamblea
Legislativa, localizado cerca de la frontera de ese entonces. El Hospital Santo
Tomás reportó que atendió 324 heridos y 18 muertes producto de los disturbios.
El hospital de la Caja de Seguro Social trató a 16 heridos. La mayoría de los
muertos y heridos sufrieron heridas por proyectiles de armas de fuego. Algunos
de los más severamente heridos quedaron con secuelas neurológicas o parálisis
causadas por sus heridas de bala.
Los investigadores estadounidenses encontraron luego de la
pelea más de 400 balas incrustadas en el Hotel Tivoli.
Años más tarde, el gobierno de los Estados Unidos ordenó
desclasificar los documentos históricos respecto a los disturbios de 1964,
incluyendo los números de municiones utilizadas por el Comando Sur. El registro
oficial fue que el Ejército de Estados Unidos disparó 450 balas de rifle
calibre 0.30, 5 balas calibre 0.45, 7193 granadas o proyectiles de gas
lacrimógeno. También el Ejército dice haber usado 340 libreas de químico CN-1
chemical (gas lacrimógeno suave) y 120 libras de químico CS-1 (gas lacrimógeno
fuerte). El mismo reporte dice que la policía de la Zona del Canal disparó 1850
balas calibre 0.38 y 600 balas de escopeta en la pelea, además de 132 granadas
de gas lacrimógeno.
Consecuencias inmediatas
La embajada de Estados Unidos recibió orden de quemar todos
los documentos comprometidos. Un número de estadounidenses residentes en la
ciudad de Panamá, particularmente personal militar y sus familias que no
consiguieron alojamiento en las bases militares, fueron forzados a dejar sus
hogares. Hubo muchos casos en que panameños dieron refugio a estadounidenses
que estaban en peligro en la Ciudad de Panamá y otras ciudades.
La censura incompleta tuvo el efecto secundario de generar
rumores en ambos bandos. Un rumor que emitido en parte por los medios de
Estados Unidos y que, aunque falso, circuló mucho en la Zona, decía que la Zona
del Canal había sido renombrada como "Zona del Canal de Estados
Unidos" y que pasaría a ser una posesión definitiva de los Estados Unidos.
Algunos reporteros alegaron un gigantesco plan comunista,
involucrando Demócratas Cristianos, Socialistas, líderes estudiantiles y otros,
bajo el control de Fidel Castro. Sin embargo, todo indica que los comunistas
panameños fueron tomados por sorpresa por el brote de violencia y fueron una
minoría entre quienes pelearon contra los estadounidenses en el Día de los
Mártires. Una buena indicación de la relativa fuerza comunista vino dos semanas
después, cuando la iglesia Católica comandó una marcha por los caídos, a la que
concurrieron aproximadamente 40 000 mil personas. Una conmemoración rival de
los comunistas el mismo día atrajo sólo unos 300 participantes.
Reacción internacional y consecuencias
La reacción internacional fue desfavorable para con los
Estados Unidos. La opinión de muchos panameños y latinoamericanos fue expresada
unos días después por el embajador de Colombia ante la Organización de Estados
Americanos:
"...en Panamá existe hoy otro muro de Berlín."
Los británicos y franceses, que habían sido criticados por
Estados Unidos por sus políticas coloniales, dijeron que estas críticas habían
sido hipócritas, ya que sus ciudadanos establecidos en la Zona eran tan
desagradables como cualquier otro grupo de colonos.
El presidente de Egipto, Gamal Abdel Nasser sugirió que
Panamá nacionalizara su Canal, como ellos habían nacionalizado el Canal de
Suez. También China, la Unión Soviética y Cuba, denunciaron a los Estados
Unidos con fuertes términos. El dictador español Francisco Franco acusó a
Estados Unidos de agresión contra Panamá.
Significativamente, otros gobiernos del Hemisferio
Occidental, que habían apoyado las políticas de Estados Unidos, se negaron a
apoyar la posición norteamericana. Venezuela lideró un coro de críticas
latinoamericanas contra los Estados Unidos. La Organización de los Estados
Americanos, bajo el auspicio de Brasil, tomó la jurisdicción de la disputa de
las manos de la ONU y puso el asunto sobre su Comité de Paz InterAmericano. El
comité envió a Panamá una comisión investigadora, la cual fue recibida con un
paro de labores nacional por 15 minutos para demostrar la unidad del pueblo
panameño. Tras el regreso de la comisión, que había estado una semana en
Panamá, no se tomó ninguna acción sobre la moción panameña para culpar a los
Estados Unidos de agresión, pero el comité acusó a los estadounidenses de
utilizar fuerza innecesaria.
Consecuencias de largo plazo
El presidente de Panamá en esa época, Roberto Chiari, rompió
relaciones diplomáticas con los Estados Unidos, un hecho sin precedentes,
puesto que ninguna nación; en la que Estados Unidos estuviera presente, se
había atrevido a hacerlo. El 15 de enero de 1964, el presidente Chiari declaró
que Panamá no reiniciaría relaciones diplomáticas hasta que se acordara abrir
negociaciones para un nuevo tratado. Por sus acciones en esta oportunidad, el
Presidente Chiari es conocido como el "Presidente de la Dignidad".
Los primeros pasos en la dirección exigida por Panamá fueron
tomados en el mes de abril, cuando ambas naciones acordaron reasumir relaciones
diplomáticas y el gobierno de los Estados Unidos accedió a adoptar
procedimientos para "la eliminación de las causas de conflicto entre las
dos naciones". Unas semanas después, Robert Anderson, el enviado especial
del presidente Lyndon Johnson, voló a Panamá para comenzar las negociaciones.
Luego de una reunión en la isla de Contadora, los
Presidentes de Costa Rica, Colombia y Venezuela dieron su apoyo incondicional a
Panamá.
Este incidente es considerado como el catalizador para la
eventual abolición del concepto de control "en perpetuidad" sobre la
Zona del Canal por parte de Estados Unidos. Con la firma de los Tratados Torrijos-Carter
del año 1977, se disolvió la Zona del Canal —proceso que culminó en 1979— y se
puso fechas para el cierre de las bases militares de Estados Unidos y el
traspaso de las propiedades.
Al mediodía del 31 de diciembre de 1999, el gobierno de los
Estados Unidos traspasó el control del Canal de Panamá al gobierno panameño.
Monumento a los mártires del 9 de enero de 1964
El monumento del 9 de enero es dedicado por la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) a losmártires del 9 de enero de 1964. Fue diseñado por Alcides Ponce Patiño, Evángelo Vamvas y Tamara Salamín, trabajadores canaleros de la sección de Arquitectura de la ACP.
El monumento está ubicado en la Plaza del Centro de Capacitación Ascanio Arosemena (antigua escuela secundaria de Balboa) y fue inaugurado el 9 de enero de 2003.
El monumento consta de una entrada con columnas que “representan al istmo panameño flanqueado a ambos lados por piletas reflectivas que aluden a los dos océanos”. En la parte central del monumento, se halla la base restaurada del asta original de la bandera, sitio exacto del inicio de la confrontación del 9 de enero de 1964. Esta base está rodeada por 21 columnas con placas que llevan los nombres de cada uno de los 21 mártires de la gesta patriótica, con el objetivo simbólico de “custodiar la base”. Los nombres de los caídos, grabados en el tercio inferior de las placas de granito, simbolizan “La vida truncada”; mientras que “el tragaluz sobre la base permite que la claridad del sol y la luz de las estrellas bañen con la verdad y la paz la memoria de los mártires”.
Para honrar especialmente la figura de Ascanio Arosemena, se ha colocado una columna ligeramente desplazada hacia el centro y de cara al cerro Ancón.
El conjunto incluye también una plaza de la bandera que, al estar ubicada en un lugar diferente al original, “simboliza un nuevo comienzo para la Nación”.
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