El homicidio del exgobernador de Coclé, Darío Fernández Jaén, horrorizó a los penonomeños. Fernández fue asesinado de un disparo en la cabeza. No hubo intento de robo, ni forcejeo con su verdugo. El sicario caminó hasta él y le propinó un tiro mortal en la sien. Sobre este crimen, ocurrido en 2011, se manejaron varias versiones, pero no fue hasta una investigación de La Estrella que se conoció la verdad. Darío Fernández fue asesinado al descubrir un complejo entramado de estafa y usurpación de títulos de propiedad, en el que una red de al menos 15 personas, se apoderaban de forma fraudulenta de valiosos terrenos, falsificando escrituras públicas, recibos de pago del IDAAN y el MEF, y utilizando cédulas falsas y nombres de personas muertas.
Pero esta red de corrupción, que operaba desde 2008, gracias a infiltraciones en el Registro Público y varias notarías, cometió un error. En 2009 mientras realizaban el traspaso ilegal de una finca en Colón, el grupo utilizó el nombre de la mamá de Darío Fernández, una señora de 93 años, para completar los movimientos falsos de la escritura del terreno.
Fernández descubrió el fraude y entabló una demanda que paralizó la venta del terreno. En sus investigaciones descubrió que dentro de la red estaba su vecino, Ricardo Martínez Quirós, el mismo que en 2011, unos meses antes de su asesinato, fue acusado de otro hurto de tierras. Ricardo Martínez Quirós es acusado de ser el autor intelectual del crimen del exgobernador. Se encuentra prófugo de la justicia. Pero Martínez Quirós no actuó solo. Junto a él están Julian Nouvet Conte y Mayra Hall Conte, también vecinos de Fernández en Penonomé y detenidos por ser cómplices de su asesinato. Los tres formaban parte de un grupo de estafadores que desde 2008 hasta la actualidad han logrado usurpar al menos 30 fincas en todo el país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario