El Presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, aprobó definitivamente este fin de semana la ley de protección a los animales domésticos que obliga a los propietarios “a prestarle atención, cuidado y protección”, prohíbe la experimentación con animales y las corridas de toros, además de establecer sanciones de 100 a 1.000 dólares, más trabajo comunitario, a quienes violen la norma.
Martinelli había vetado parcialmente el texto original de esta ley el mes pasado, por lo que la Asamblea Nacional, acogió las observaciones antes de enviársela de nuevo.
La ley, publicada el pasado 19 de octubre en la Gaceta Oficial, establece que el comercio con animales domésticos se permitirá siempre que la exhibición y venta se lleven a cabo en locales con instalaciones adecuadas para cada especie y se cumplan con los reglamentos sanitarios.
En caso que “resulte necesaria la muerte de un animal, esta medida deberá ser aplicada por un médico veterinario idóneo utilizando un método instantáneo, indoloro y no generador de angustia”, dice textualmente uno de sus artículos.
También prohíbe la experimentación o cualquier tipo de pruebas en animales con fines comerciales o cosméticos. Establece que todo perro o gato doméstico debe estar identificado con una placa que lleve su nombre y el teléfono del propietario, prohíbe las peleas de perros, las carreras entre animales (excepto de caballos) y las lidias de toros, ya sean de estilo español o portugués, entre otros preceptos.
La canasta de faltas o delitos contra los animales incluye causarle lesiones, actos de crueldad, actos de zoofilia, el abandono, no alimentarlos, no asearlo, enjaularlos de forma inadecuada, las que serán penadas con multas de 100 a 1.000 dólares, más trabajo comunitario y el rescate de la mascota.
No hay comentarios:
Publicar un comentario