Las acciones que están llevando a cabo los representantes del bipartidismo en la Asamblea de Diputados, es la continuación de un plan bien orquestado para desvirtuar los logros del gobierno del presidente Ricardo Martinelli y crear un ambiente de zozobra nacional.
Juan Carlos Varela, quien pasará a la historia como el político que más ha traicionado a quienes han confiado en él, se siente perdido de lograr el triunfo en las elecciones de 2014 y solo le queda intentar dar un golpe de Estado para alcanzar el Palacio de las Garzas, en tanto que Mitchel Doens pretende romper la institucionalidad de su partido para perpetuarse en los puestos de gobierno interno, sin importarle las consecuencias que esto traerá para su colectivo. Los dos son más de lo mismo.
Utilizando las tácticas de la alianza norieguista, como le han apodado los demócratas panameños, intentan por medio de los CODEPADIS y BATALLONEROS, en su momento entrenados por el dictador, crear el caos, como aquel 10 de mayo de 1989 y que trajo luto y derramamiento de sangre para Panamá.
Las conspiraciones de Varela y los norieguistas del Partido Revolucionario Democrático (PRD), pretenden comparar sus pretensiones con una agenda social que ha ofrecido becas universales a los estudiantes, el programa de 100 a los 70 para apoyar a los adultos mayores sin jubilación, el Ángel Guardián para las personas discapacitadas sin recursos, subsidios al gas y tantos otras realizaciones y no se han percatado que, por el contrario, el malestar lo provocan ellos con sus demenciales proclamas bipartidarias.
Todos sabemos que el poder económico derivado del poder político de la dictadura, está por debajo de todo esto y por eso no le perdonan al presidente Ricardo Martinelli, haberles cobrado impuestos para revertirlos en obras sociales que favorecerán al pueblo por ellos olvidado. No saben estos varelistas y norieguistas que están condenados al rechazo popular en mayo de 2014 y nada de lo que hagan podrá cambiar ese destino.
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