Las preocupaciones por un posible fraude electoral comienzan a introducirse en la conciencia de la sociedad civil y los partidos políticos, debido a la forma arbitraria de desconocer y no entregar las credenciales a Nivia Ureña, legítima ganadora de los recientes comicios parciales celebrados en el corregimiento de El Bebedero, cuya propuesta derrotó contundentemente a la del Partido Revolucionario Democrático (PRD), en una proporción de 3 a 1.
Con la llegada de Gerardo Solís a la magistratura del Tribunal Electoral, se ha trastocado la otrora equilibrada conducta de este organismo y, para cumplir la venganza personal de una opositora, Haydée Milanés de Lay fue despojada de la nacionalidad panameña.
De igual manera se ha desconocido la independencia de poderes, cuando el magistrado Solís se rebeló contra la Asamblea de Diputados al negarle la atribución de legislar y pasar las reformas electorales tal como fue llevado el proyecto.
En ese momento, Solís, lleno de furia sentención que se cometería un fraude electoral en las elecciones de 2014.
De igual manera se rechazó el fallo a favor de la vigencia del Parlacén, decisión que fue apoyada por los otros magistrados y que ha excluido del foro político regional a los diputados de Cambio Democrático, al no entregarle sus credenciales.
La desconfianza también se ha apoderado de los diputados del PRD, Leandro Ávila y Miguel Alemán, que han denunciado que las elecciones internas de su partido podrían correr la misma suerte de El Bebedero ya que se recurrirá a procesos electrónicos de votación.
Luego de todo esto, la mayor atención se centra en Solís quien tiene una trayectoria dentro de las filas del PRD, siendo secretario personal del ex presidente Ernesto Pérez Balladares, Director General del Fondo de Inversión Social y, después de todo este rosario de cargo, aspira a ocupar una magistratura en la Corte Suprema de Justicia.
Es importante destacar que los tres magistrados de la máxima corporación electoral del país, vienen de la época de la dictadura y se manejan muy bien con el sistema bipartidista que había gobernado al país de 1989 hasta 2009, cuando irrumpió en la escena nacional el partido Cambio Democrático (CD), marcando un hito en la historia republicana.
Ante esta desesperación de los magistrados del Tribunal Electoral y los representantes del bipartidismo, de manera responsable el CD se presentó ante los observadores de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para denunciar la conspiración de esa entidad oficial y los dos partidos opositores para cometer fraude en los comicios de 2014 y consolidarse en el poder.
Por otra parte, los Independientes por el Cambio iniciaron desde esta semana un pirueteo que mantendrán por un tiempo definido para exigir el respeto del sufragio electoral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario